- Un agente federal de EEUU mató el jueves al sospechoso de haber asesinado a un seguidor del presidente estadounidense, Donald Trump, durante un enfrentamiento registrado el pasado fin de semana en Portland (Oregon) en el contexto de las protestas contra el racismo, informaron medios locales.

Según The Washington Post y The New York Times, el sospechoso, Michael Forest Reinoehl, murió en la localidad de Lacey, en el estado de Washington, cuando un grupo de agentes federales intentaron arrestarle. El agente federal disparó a Reinoehl cuando este “sacó una pistola”, dijo al Post una fuente del Departamento de Justicia, que precisó que en la operación participaron miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y del Servicio de Mariscales de EEUU. Reinoehl, de 48 años y vinculado al movimiento de corte anarquista Antifa, era sospechoso de haber matado de dos disparos a Aaron J. Danielson, de 39, un seguidor de Trump y miembro del movimiento de ultraderecha Patriot Prayer, quien se enfrentó con quienes se manifestaban en Portland contra la injusticia racial.

Poco después de que el New York Times publicara la información sobre la muerte de Reinoehl, Trump tuiteó precisamente sobre ese caso, pero no pareció haberse enterado aún de la noticia, porque preguntó “por qué la Policía de Portland no arresta al asesino a sangre fría de Aaron Jay Danielson”.

En una entrevista publicada el jueves por Vice News, Reinoehl pareció admitir haber matado a Danielson, al asegurar que “no tenía otra opción” y que actuó en defensa propia, porque creía que el seguidor de Trump iba a apuñalarles a él y a un amigo. “Podría haberme quedado sentado y ver cómo mataban a un amigo mío de otra raza. Pero no iba a hacer eso”, afirmó Reinoehl, que era blanco.

El activista de izquierdas, que se definió a sí mismo como “100% de Antifa”, acudió frecuentemente a las protestas de este verano en Portland, una de las ciudades donde ha habido una movilización más activa y a veces violenta contra el racismo tras el homicidio del afroamericano George Floyd en mayo en Mineápolis (Minesota). Reinoehl dijo a un periodista hace semanas que a menudo actuaba como “seguridad” en las protestas, y a principios de julio fue arrestado por llevar una pistola cargada en una manifestación, aunque después le liberaron. El activista no llegó a ser formalmente acusado del asesinato de Danielson, y la Policía de Portland aseguró este jueves que seguía investigando el incidente.

Ese suceso se produjo después de que una caravana de simpatizantes de Trump y ultraderechistas de Patriot Prayer recorriera Portland el fin de semana y se enfrentara con los manifestantes contra el racismo, a los que dispararon con perdigones y balas de pintura. El incidente dio alas a Trump, quien definió a todos los manifestantes como “anarquistas” y “criminales”.

En busca de soluciones y dispuesto a escuchar. En una exhibición de empatía y humildad, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, consoló el jueves a la familia del afroamericano Jacob Blake, paralizado tras haber sido disparado por la policía, y escuchó sentado en una iglesia las preocupaciones de los vecinos de Kenosha (Wisconsin). Durante su visita a esa ciudad, Biden se retrató como un líder dispuesto a escuchar diferentes puntos de vista y buscar soluciones, una imagen que contrasta de manera radical con la del presidente de EEUU, Donald Trump, quien ha prometido “ley y orden” contra quienes protestan.