El viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación del Gobierno Vasco, Alfredo Retortillo, afirmó ayer que su primer reto y prioridad de cara a 2025 es realizar un “diagnóstico completo” sobre los derechos humanos en Euskadi.
En relación a la situación de los derechos humanos, aseguró en declaraciones a Ser Euskadi que aunque le gustaría ser optimista, el panorama internacional no está “especialmente tranquilo respecto de la seguridad en la promoción y la garantía de los derechos humanos”.
Añadió que en Euskadi “también hay debilidades a ese respecto”. Retortillo apuntó que el anterior plan estratégico del Departamento incluía la necesidad de hacer un diagnóstico, e incluso se proponía como compromiso hacer un informe cada dos años sobre la situación de los derechos humanos en Euskadi, pero “en realidad no se ha hecho”.
“Y esa es una primera parte fundamental, entre otras razones para alimentar las políticas de Gobierno”, agregó. Explicó que, más allá del Departamento de Justicia y Derechos Humanos, “las políticas que tienen que ver con la promoción y la garantía de los derechos humanos a la población vasca se desarrollan desde diversos departamentos”.
Insistió por ello en que para poder informar, asesorar y realizar sugerencias sobre esas políticas es preciso partir de un primer diagnóstico real sobre la situación de los derechos humanos en Euskadi. Alfredo Retortillo manifestó además que un derecho fundamental como es el derecho a la vida ha estado “durante muchos años amenazado en Euskadi por cuestiones políticas”.
A su juicio, la fijación en esa cuestión “ha ido postergando otros debates y otros diagnósticos” y considera que “llega la hora de hacer ese diagnóstico completo sobre la situación de los derechos humanos”.
Cuestionado por el lugar que ocupa la educación en derechos humanos dentro del sistema educativo en Euskadi, no se mostró muy optimista y dijo que, por ejemplo, Navarra le saca “varios cuerpos de ventaja” en cuanto al “peso, el lugar y el alcance que en los programas educativos tienen la cuestión de los derechos humanos”, y cree que se debe introducir “de manera rigurosa en el currículum”.