El canciller alemán, Olaf Scholz, se reunirá este lunes con representantes de la industria del acero con el objetivo presentar medidas para salvar el ramo, según dijo ayer en una entrevista con los medios del grupo Funke. “El acero seguirá acompañando nuestra industria durante siglos y ahora se trata de asegurar a largo plazo la producción de acero en Alemania”, declaró el canciller.
Como primera medida para apoyar a esta industria de elevado consumo energético, Scholz propuso un precio de la electricidad topado a tres céntimos, aunque, con su Gobierno en minoría y elecciones anticipadas previstas para febrero, es poco probable que el canciller pueda implementar este paso en esta legislatura. En segundo lugar, señaló la necesidad de localizar en Alemania toda la cadena de producción de valor, por lo que se debe incentivar la construcción de alternativas a los altos hornos clásicos.
Finalmente, Scholz instó a la Comisión Europea (CE) a actuar para proteger mejor a las empresas europeas ante la competencia desleal procedente supuestamente de países como China.
El canciller no excluyó la posibilidad de un rescate de la división acerera de la siderúrgica Thyssenkrupp, que anunció el mes pasado su intención de recortar o deslocalizar, de aquí a 2030, 11.000 de un total de 27.000 puestos de trabajo.
Scholz señaló al respecto que este tipo de acciones se dan una y otra vez y apuntó a la participación estatal en el astillero Meyer-Werft o en la energética Uniper.