El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ha acordado procesar a los miembros de ETA Mikel Barrios e Iñigo Gulina Tirapu como presuntos encargados del aparato de falsificación de la banda, creado en 2014 tras el fin de la actividad de la banda. Esto les habría llevado a incurrir en un delito continuado de falsedad documental con finalidad terrorista.

En un auto fechado el 3 de octubre, el responsable del Juzgado Central de Instrucción Número 1 propone juzgar a Barrios y Gulina, que fueron detenidos por estos hechos el 27 de octubre de 2017 en Berlín, seis años después del cese de la actividad armada decretado por ETA. Ambos cuentan además con un pasado vinculado a la kale borroka.

En el auto, el magistrado da diez días a la Fiscalía para que solicite la apertura del juicio oral, formulando escrito de acusación, o el sobreseimiento de la causa. Según el magistrado, de lo investigado se deduce que como consecuencia del cese de la actividad decretado el 20 de octubre de 2011, la banda modificó su estructura creando un entramado técnico-logístico en 2014.

Su función era la gestión del material (armamento y explosivos) y la falsificación de documentos para los miembros de la banda. La presión policial en Francia motivó el traslado de miembros de ETA a otros países para seguir desempeñando “sus ilícitas actividades”, continúa el auto. Siguiendo “las directrices marcadas” por la cúpula de ETA, Barrios y Gulina se trasladaron a Berlín, donde fueron detenidos gracias a la información de la Guardia Civil.