Su ídolo, como el de muchos niños ucranianos apasionados del fútbol, es Oleksandr Zinchenko, centrocampista que milita en el Manchester City a las órdenes de Pep Guardiola. Ilia Rudenko, de 13 años, vive desde hace tres semanas en Donostia, a donde llegó junto a parte de su familia huyendo de la sinrazón que se ha instalado en su ciudad de origen, Kiev. Allí se ha quedado su padre, para echar una mano. Junto a este niño de 13 años, llegaron a la capital guipuzcoana en coche particular su madre Julia, su hermano de cuatro años, Igor, su abuela Valentina y otros miembros de una familia separada por la guerra.

Aquí en Donostia, Ilia, trata de recuperar la normalidad del día a día, aunque no será sencillo. Y una vía de escape para conseguirlo será jugando a fútbol. El CD Vasconia le ha abierto las puertas a este joven jugador para que pueda seguir practicando una de sus pasiones. Ya conoce a sus nuevos compañeros, que trataron de hacerle la estancia "muy cómoda" desde el inicio. Nacho Enríquez es el entrenador del Infantil B del Vasconia, y relata, para NOTICIAS DE GIPUZKOA, cómo fue el primer día de Ilia en el club: "La verdad es que no hablaba mucho. El idioma, en estos casos, es el principal hándicap. Apenas hablaba inglés", confiesa el míster. Eso sí, "el hecho de verle tan contento, rodeado de niños de su misma edad, valió la pena", asegura. "Hablaba más con sus compañeros que con nosotros, de hecho ya se pasaron el móvil entre algunos", añade Nacho.

En el entrenamiento estuvo acompañado de parte de su familia, que no querían dejarle solo en un día tan especial. "Al terminar el entrenamiento se fue a abrazar a su abuela", recuerda emocionado el entrenador, que se pone en la piel de Ilia y se le cae el alma a los pies: "Su padre se ha quedado allí. No me quiero ni imaginar por lo que estará pasando. Por lo menos, le dimos una pequeña alegría. A pesar de su timidez, se le veía encantado. Y, como va a seguir viniendo, pues se lo seguirá pasando bien", anuncia el técnico del equipo vasconista, que ve, en este espigado futbolista "al nuevo Isak".

Ilia y su familia están alojados en la casa de una amiga de la familia, que le ha abierto sus puertas de par en par. Salieron de Kiev antes de que comenzara la invasión rusa. Temiéndose lo peor, cogieron lo imprescindible, se montaron en el coche y realizaron ese trayecto de casi 3.000 kilómetros que separan la capital guipuzcoana de su ciudad de origen. Aquí, Ilia y su familia comenzarán una nueva vida, a la espera de que en su país todo vuelta a la normalidad. Proseguirá sus estudios en el centro Mary Ward y aprovechará su tiempo libre para seguir disfrutando de una de sus pasiones. Madridista confeso, igual en el CD Vasconia le hacen cambiar de idea y se convierte en un seguidor más de la Real.

Ya conoce Anoeta

En su idea de encontrar un equipo en el que dar rienda a su pasión por el fútbol, la Federación Guipuzcoana de Fútbol entregó a su familia de acogida el listado de clubes y ahí apareció el CD Vasconia, que no puso ni un reparo desde que recibieron la llamada. La Federación, además, le dio la posibilidad a Ilia de conocer el nuevo Anoeta, regalándole entradas para asistir al partido que el pasado sábado jugó el Sanse contra el Mirandés y que terminó con derrota del filial blanquiazul. Él, pese a todo, se llevó una gran impresión. No era para menos. Durante 90 minutos seguro que se vio corriendo por esa banda o por la del Estadio Olímpico de Kiev.