Diecisiete años después de que el Parlamento Vasco aprobará su Ley de Igualdad, pionera en su momento, ayer la Cámara de Gasteiz alumbró su actualización, fruto de un trabajo arduo de muchos meses. Aunque sobre el papel la nueva norma solo obtuvo el apoyo tácito de PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU, lleva detrás una importante base de consenso del que solo se autoexcluyó Vox.

La Ley de Igualdad pasa ahora a ser la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres y Vidas Libres de Violencia Machista contra las Mujeres. El apéndice no es casual, pues “sitúa la violencia contra las mujeres como una expresión, la más grave, de la desigualdad entre mujeres y hombres”, según señaló la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, quien recordó que el Convenio de Estambul de 2011 insta a legislar en este sentido.

Ya la norma de 2005, galardonada por las Naciones Unidas, enmarcaba la violencia contra las mujeres en el ámbito de las políticas de igualdad. Ahora, además de incorporar esta filosofía al propio nombre de la ley, se actualizan los contenidos llamados a combatir las agresiones de género.

Se amplía el sistema de atención a las víctimas, mejora los sistemas de detección temprana en los ámbitos educativo, sanitario, policial, judicial, laboral y social; garantiza la atención integral y reconoce el derecho a la reparación. Así, se prevé una ayuda del Gobierno Vasco para casos de impago de las indemnizaciones establecidas judicialmente. Además, permite aumentar la investigación y mejorar el registro y la difusión de datos, y profundiza en la sensibilización ciudadana mediante campañas y programas de empoderamiento.

La ley también abarca a los menores cuyas madres sufran violencia machista, mediante una ayuda para huérfanos que rondará los 5.000 euros anuales.

Brecha salarial

Pero más allá de la violencia contra las mujeres, la nueva ley refuerza la lucha contra la brecha salarial e incrementa los recursos económicos, humanos y técnicos para el desarrollo de las políticas de igualdad. Establece también medidas para facilitar la implantación en el sector público e institucional vasco de los elementos necesarios para avanzar en políticas de igualdad, como el fomento de una representación de mujeres y hombres en los ámbitos de toma de decisiones, o las medidas para promover la igualdad en las subvenciones públicas y en la contratación pública.

Además, prevé también la formación básica obligatoria progresiva y permanente en materia de igualdad para todo el personal de los poderes públicos vascos y, en particular, para el personal implicado en la respuesta frente a la violencia machista contra las mujeres.

Posición de los grupos

Desde el grupo del PNV, Leixuri Arrizabalaga, insistía, al igual que la consejera Artolazabal, en que “la ley será clave para fortalecer el hecho de ubicar la violencia contra las mujeres como la máxima expresión de la desigualdad de género”, y celebraba que, aunque “queda camino” para alcanzar la igualdad plena, “instituciones y sociedad vamos de la mano sin fisuras”.

En representación del PSE intervino Eneko Andueza, que “como hombre feminista, convencido y practicante”, subió a la tribuna del Parlamento. “Contábamos con una buena Ley de Igualdad, la del 2005, pero que requería adaptarla a la nueva realidad jurídico-normativa nacional e internacional; el Convenio de Estambul; los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para el 2030, que forman parte hoy del núcleo del programa de este Gobierno, o el Pacto de Estado contra la Violencia de Género del 2017”, señaló el dirigente socialista.

Votó también a favor de la ley Elkarrekin Podemos-IU, cuya parlamentaria Isabel González también celebraba la aprobación de una ley “necesaria” porque “consolida obligaciones y políticas que fijaba ya el Convenio de Estambul”. González recordó que, además de hacer hincapié en la violencia machista, la norma también recoge el derecho a la conciliación corresponsable o la obligación de los poderes públicos a la provisión universal y pública de cuidados.

En EH Bildu, Oihana Etxebarrieta explicó que su grupo apostó por la abstención pues, aunque está de acuerdo con el contenido, considera que también hay carencias, entre ellas, las que afectan a las trabajadoras del hogar. En todo caso, Etxebarrieta reconoció “todo el trabajo que se ha hecho en esta ley”. También se abstuvo PP+C’s, cuya parlamentaria Laura Garrido cree que se ha hecho “un trabajo intenso” para sacar a la luz una ley “necesaria”, aunque a su juicio “en algunas cuestiones se ha quedado un texto demasiado declarativo”.

Por último, Amaia Martínez, de Vox, justificó su voto negativo afirmando que “las mujeres no queremos cupos ni preferencias por el simple hecho de ser mujeres”.

Consenso.

PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU aprobaron ayer una enmienda transaccional, a partir de una propuesta inicial de esta última formación, de respuesta a las campañas publicitarias contra el aborto o frente a clínicas para la interrupción del embarazo. Así, instan al Gobierno Vasco a “velar para que ninguna administración pública sirva de altavoz” a estas campañas, a retirar ayudas a quienes las promuevan y a reforzar el ejercicio del derecho al aborto en Osakidetza.

“Hoy es un día histórico, la modificación de la ley supone un nuevo paso firme hacia la igualdad”

Consejera de Igualdad