Donostia Continúa la guerra dialéctica entre PNV y Vox, abierta después de que el portavoz jeltzale en el Congreso Aitor Esteban se negara a saludar a su homólogo del partido ultra, que calificó a su formación de "xenófoba" y "racista". Los días pasan y la disputa se encona: Esteban se reafirmó en su postura de "no dar la mano a franquistas", y como réplica, Santiago Abascal calificó al partido de "Partido Nuecista Vasco". El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, salió ayer al paso en un acto en Donostia para elevar el tono ante la última bravata de la ultraderecha española, que en boca de Javier Ortega Smith aseguró que "ilegalizará" las siglas abertzales en cuanto tenga la más mínima ocasión. Aseguró, además, que "el PNV estuvo pactando con Adolf Hitler, a ver si les ayudaban después de la Guerra Civil" y que Sabino Arana, su fundador, fue "el mayor racista, xenófobo y esquizofrénico". Ortuzar puso pie en pared. "Si ni Franco ni Hitler pudieron con nosotros, ¿piensan estos fachas de playmobil que van a poder hacerlo? ¡Nos van a tener enfrente!", proclamó.
Ortuzar habló alto y claro ante Vox, una formación que saben de antemano que apenas rascará un puñado de votos en Euskadi el próximo 10-N, pero cuyo mensaje contra el PNV y contra todo aquello que huela a nacionalismo menos el español le puede reportar jugosos beneficios por debajo del Ebro. Ortuzar respondió categórico tirando de la historia del partido de Sabin Etxea. "Nuestros gudaris del 36 resistieron al fascismo. Nuestra gente en el exilio y la clandestinidad resistió 40 años a Franco. Hace poco despedimos a Gerardo Bujanda gudari e histórico dirigente jeltzale, testimonio de aquella clandestinidad y aquella resistencia. El lehendakari Agirre no cayó en manos de las SS servicios de seguridad de Hitler a pesar de que le persiguieron por toda Euskadi", aseguró, para posteriormente aseverar que Vox, "estos fachas de playmobil", no conseguirá borrar del mapa al PNV, formación que durante los últimos días ha alzado un muro para con el partido ultraderechista cuyo ideario, entre otros, recoge la eliminación de las autonomías o la recentralización de pilares básicos del autogobierno como la educación o la sanidad. "No les tenemos miedo. A nosotros no nos achantan, no nos achantan sus correajes", respondió categórico un Ortuzar que recordó la trayectoria de 125 años de dignidad, de democracia, al servicio de este país". "No le tenemos miedo, que vengan cuando quieran", concluyó.
Objetivo: Euskadi Pero Ortuzar no quiso focalizar todo su mensaje en responder a Vox en una campaña "desoladora" en la que "ningún partido español hace propuestas sobre los auténticos problemas de la gente". El burukide criticó los viajes relámpago de Sánchez y Casado a Euskadi, que "como vinieron se fueron, raudos y veloces, a otras plazas electorales. Ni una palabra sobre Euskadi, que en su agenda "es el tiempo de tomarse un café". Y abundó en sus sospechas de una alianza entre ambos. "Y, por si acaso, le lanzo (a Sánchez) una pregunta: ¿gran coalición con el PP no, pero investidura con la abstención de Casado sí?", se cuestionó.
"En nuestra agenda no está ni La Moncloa ni la presidencia del Congreso", respondió un Ortuzar que volvió a situar la agenda vasca en el centro de la acción política del PNV. "Nuestra agenda está con el puerto de Pasaia, con revertir los recortes del medicamentazo o con los efectos dañinos de la última reforma laboral. Nuestra agenda está con conseguir un fondo de compensación para los afectados del amianto. Con derogar la Ley Mordaza. Con defender nuestro sistema de autogobierno frente a la recentralización y la arbitrariedad de los gobiernos españoles. Nuestra agenda está aquí. En ningún otro sitio". Y apuntó a la "solvencia" de la que a su juicio lleva haciendo gala durante más de un siglo el PNV en Madrid. "Sin el PNV en Madrid, Euskadi estaría huérfana", apostilló.