donostia - Había alerta naranja por riesgo marítimo costero en todo el litoral y por fuertes vientos. El Departamento de Seguridad había desaconsejado las salidas montañeras propias del inicio del año, pero aún así en el monte Adarra, por ejemplo, la fila de coches aparcados para subir a la cima era interminable.
Muchos fueron los valientes que comenzaron el año con un bastón de montaña en la mano y una copa en la otra. En las cimas de la mayor parte de los montes guipuzcoanos se repitieron los brindis de la noche anterior, aunque tras haber hecho una caminata para empezar bien el 2018. Y eso a pesar de que las estaciones de Euskalmet registraron rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora en zonas expuestas como Jaizkibel, donde se llegó a medir una racha máxima de 113,9 kilómetros por hora.
Lo mismo ocurrió en el mar. Muchos fueron los que aprovecharon la mañana, antes de que la lluvia estropeara la jornada, para darse un buen baño, como ocurrió en las playas donostiarras, donde la temperatura del agua variaba entre los 13-14 grados. No obstante, la costa estaba también en aviso amarillo por olas que luego se tornó en alerta naranja a partir de las 18.00 horas.
Por la mañana, cuando se dieron la mayoría de los chapuzones, la ola significante -la media de las más altas- de Pasaia ya había alcanzado los 3,7 metros y superó los cinco metros por la tarde. - N.G.