La iniciativa Tolosa-Belgrado se pone otra vez en marcha, esta vez, con la mirada puesta en Lesbos. El viernes partió hacia la isla griega un camión cargado con casi 12.000 kilos de ropa de abrigo y zapatos que ayudarán a los refugiados a hacer frente al duro invierno. El grupo de voluntarios de Tolosa cierra así el proyecto solidario que arrancó a principios de año en los pórticos de la iglesia San Francisco, donde se recogieron 34.000 kilos de ropa y 25.000 euros.

Un grupo de 25 voluntarios respondió a la llamada y el viernes fletaron un camión hacia la isla griega de Lesbos. Mauro Marotias, uno de los voluntarios que viajó a Belgrado en marzo, explicaba que aquí se cierra un ciclo y se mostró agradecido por la implicación que han recibido por parte de la gente:“en estos once meses hemos aprendido mucho de la generosidad, ilusión y fuerza de la gente de Tolosaldea, aunque todo haya sido muy complicado”.?

Tras pasar el verano, en septiembre se activó de nuevo el grupo para estudiar cómo encauzar el proyecto y a dónde dirigir toda la ropa que se encontraba almacenada en un pabellón de Irura porque en la primera expedición resultó imposible hacer llegar toda la ropa que donó la gente. “Queríamos ser fieles con nosotros mismos y llevarla a Belgrado, pero no podíamos jugárnosla otra vez llevándola en un trailer, y en furgonetas sería un disparate. A través de unos conocidos nos dijeron que en Lesbos necesitaban ayuda y pensamos que sería lo más adecuado;porque nosotros teníamos ropa y dinero para poder enviar el camión”, explicaMauro.

Fletar el trailer ha costado 6.655 euros (incluyendo el IVA, que asciende a 1.105 euros). En lugar de vaciar el camión en el puerto de Atenas y llevar la ropa en ferry a Lesbos, se ha optado por pagar mil euros a cambio de que el camión llegue a la isla griega tal y como salió el viernes de Irura. “Esta vez el camión irá solo, sin voluntarios, porque todos tenemos ocupaciones. Allí hemos contactado con la ONG Atika, que se encargará de realizar el reparto entre los refugiados”, explica.

De todo el dinero que se recaudó y las iniciativas que se han llevado a cabo quedan mil euros, que a buen seguro se destinarán a la cocina solidaria No Name Kitchen que crearon los voluntarios de Tolosa en Belgrado junto a otro grupo. “Se han desplazado a otro lugar en la frontera con Croacia y necesitan ayuda para comprar comida”, explican. Así dar por concluida la experiencia: “nos han propuesto constituirnos en asociación, pero no podemos. Seguiremos ayudando desde nuestra experiencia”, concluye Marotias. l