Donostia - La izquierda abertzale lleva días criticando los acuerdos presupuestarios del PNV con el Gobierno de Mariano Rajoy con el argumento de que los jeltzales están blanqueando la corrupción que salpica al PP al dar estabilidad a su Ejecutivo. Creen que está llegando a acuerdos con los herederos de quienes lanzaron las bombas sobre Gernika durante la Guerra Civil, con los “enemigos de la paz” y los que frenan cualquier avance en el autogobierno. La crítica política le parece legítima al PNV aunque no la comparta, y ya contaba con ella, aunque su consigna durante todo este tiempo ha sido que, mientras lograra amarrar con el PP las reivindicaciones de la agenda vasca por las que fue votado, el acuerdo sería justificable. Pero la controversia alcanzó ayer un nuevo nivel, justo un día después de firmar la alianza presupuestaria. Diez batzokis amanecieron con pintadas que hacían referencia al acuerdo y, aunque fueron casi todas anónimas, en el caso de Santutxu figuraba la firma de Ernai, las juventudes de la izquierda abertzale. Lejos de calmarse las aguas, a lo largo de la tarde Ernai colgó en su Twitter una convocatoria de escrache ante Sabin Etxea para hoy a las 17.00 horas.

Los últimos acontecimientos suponen llevar las discrepancias con el PNV a un nuevo nivel, al terreno del enfrentamiento abierto y la tensión política. Los últimos incidentes han provocado indignación en los batzokis, aunque la ejecutiva jeltzale trató ayer de atemperar los ánimos entre sus bases apelando a la tranquilidad. Según ha podido saber este diario, el PNV también trasladó ayer su malestar a Sortu, a quien pidió que reconduzca la situación. Mientras tanto, los jeltzales prefieren no dar demasiado perfil a lo que va a suceder, y esperan que se rebaje la tensión. Ayer fue un día de felicitaciones por el acuerdo histórico sobre el Cupo, y no quisieron que nada lo empañara.

No da la sensación de que el marcaje al PNV vaya a ser pasajero. Se encuadra en la dinámica más reciente de la izquierda abertzale contra la corrupción y el PP, con concentraciones también ante sus sedes. Ahora la estrategia se ha extendido al PNV por el pacto presupuestario. La situación recuerda en cierta medida a la tensión que ya provocaron sus concentraciones ante las comisarías de la Ertzaintza para acusar a los agentes de practicar la tortura. De hecho, los altibajos en las relaciones entre PNV y Sortu no son algo poco habitual, y acostumbran a reconducirse por el deseo de ambas partes de mantener una relación normalizada, sobre todo en cuestiones de paz. En cualquier caso, es una incógnita qué sucederá en un momento en el que existe una competición electoral entre Sortu y Podemos, ambos aferrados ahora al discurso anticorrupción y la política a pie de calle. Los ataques de ayer fueron anónimos, solo uno lo firmaba Ernai y, en todo caso, la tensión viene de las dinámicas de esas juventudes de la izquierda abertzale, pero el PNV pide a Sortu que tome cartas en el asunto y que abandone su crítica “cínica”. Ayer mismo, Sortu volvió a tuitear la convocatoria de escrache de Ernai, lo que fue recibido en Sabin Etxea como un llamamiento a participar.

El PNV llegó el miércoles a un acuerdo sobre varias demandas históricas, y cerró de una tacada quince años de discrepancias sobre el Cupo, un acuerdo aplaudido por el socialismo vasco y que, por su alcance, ha despertado los recelos de otros territorios que piden un trato similar. Las voces discordantes son las de Bildu y Podemos, que ayer volvieron a criticar en el Parlamento el “mercadeo” con el PP.

La jornada comenzó con el sabotaje contra diez de sus batzokis, con pintadas en contra de ese acuerdo con el PP de Rajoy. La cuantía de incidentes en una sola mañana y que muchas de las pintadas coincidieran en el lema (“dime con quién andas y te diré quién eres”) hizo pensar al PNV en un ataque coordinado y perfectamente planificado.

Las pintadas se registraron en diez batzokis, la mayoría en Bizkaia, concretamente en Bilbao. Muchos de ellos fueron saboteados con la misma pintada, a pesar de que estuvieran distantes entre sí en el mapa. Por ejemplo, tanto Matiko y Santutxu como Algorta amanecieron con el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”. “O todos han tenido la misma idea, o esto es algo coordinado”, ironizaban ayer desde ámbitos municipales del PNV.

Las pintadas se produjeron en los batzokis de Oiartzun (donde se pudo leer Independentzia eta sozialismoa junto a una estrella roja), en Gipuzkoa; Gurutzeta, Durango, Algorta, Ugao-Miraballes, Errekalde, Matiko, Larrazabal, Santutxu (con la firma de Ernai), Sabindarrak (en Bilbao) y Bilbo Zaharra, todos estos en el territorio histórico vizcaino.

Por la tarde, llegaba el llamamiento de Ernai a concentrarse ante la sede jeltzale. En la convocatoria aparecen dos manos dándose un apretón, mientras se pasan un fajo de billetes de 50 euros. Bajo la leyenda Atado y bien atado, Ernai llama a concentrarse contra los “intereses privados” que se colocan “por encima del pueblo”.

reacción El PNV condenó el sabotaje “antidemocrático, anónimo, cobarde y contrario al sentir de la mayoría social” perpetrado contra sus batzokis. “A la frase Dime con quién andas y te diré quién eres, el PNV responde: Como no lo firmas, ya sé quién eres”, añadió. “El PNV emplaza a la izquierda abertzale, tan crítica estos días con el acuerdo suscrito con el Gobierno español, a que se pronuncie sobre esta agresión, tan contraria a la democracia que dice defender. Asimismo, insta a sus dirigentes y portavoces a que aparquen por un momento los eslóganes, la crítica cínica y el insulto para decirle a la ciudadanía vasca, claramente y sin faltar a la verdad, en qué le perjudica el citado acuerdo, tan beneficioso para Euskadi”, zanjó.