Hace ya ocho años que el Ayuntamiento de Hondarribia remodeló por completo el frontón Jostaldi, dotándolo de las medidas de seguridad, mejoras técnicas y todo lo necesario para poder albergar partidos de cualquier modalidad de la pelota vasca. En este tiempo, y con la ayuda de la empresa Jai-Alive, la cesta punta ha sido la modalidad que más continuidad ha tenido en cuanto a eventos abiertos al público, al margen de la actividad propia de Hondarribiko Pilota Eskola como club local.

Y en esa apuesta, uno de los pilares más consolidados son los festivales de cesta punta profesional de cada viernes durante los meses de julio y agosto. Unos festivales que además, combinan la oferta deportiva con la gastronomía. Primero fueron pintxos, luego paella y desde el año pasado, quienes acuden al Jostaldi los viernes de verano pueden ver dos grandes partidos de cesta y degustar, entre uno y otro, un marmitako preparado por un restaurante de Hondarribia y productos de La Gula del Norte, además de txakoli de la bodega Hiruzta de Hondarribia y vinos de la bodega riojana Mitarte. Todo ello, por solo 12 euros.

muy consolidado “Son ya siete años de festivales de verano y podemos decir que la oferta está plenamente consolidada y yendo a más”, explica Yoni Amboage, responsable de la sección de cesta punta de Hondarribiko Pilota Eskola.

Las cifras de asistencia al Jostaldi muestran esta evolución. “Hemos pasado de un promedio de 160 personas el primer año a casi 400 el año pasado, con 4.950 asistentes en nueve festivales; se ve claramente que la oferta combinada de deporte y gastronomía está atrayendo a la gente y además, tiene un precio muy competitivo”, relata Amboage.

Tanto es así, que desde Hondarribiko Pilota Eskola están notando que “cada vez acude más público de Iparralde, donde tienen una larga trayectoria de 30 años con festivales de cesta en verano, tanto en Donibane Lohitzune como en Biarritz; pero allí el precio son 30 euros solo la entrada y el espectáculo deportivo es similar. Los puntistas que hoy juegan aquí lo hacen días después allí y viceversa”, explica el responsable de la sección de cesta de Hondarribiko Pilota Eskola.

el público, encantado El tipo de público que acude los viernes de verano al frontón Jostaldi de Hondarribia es “una mezcla entre turistas, muchos de ellos desconocedores de lo que es la cesta punta o la pelota vasca en general” y “los lugareños, gente de Hondarribia, Irun y otras localidades, además del público de Iparralde. Pero lo que sí es seguro es que salen todos encantados”, asegura Yoni Amboage.

En uno de estos festivales estaba la hondarribiarra Jimena Touchard, acompañada de unos familiares venidos de Alicante. “Llevo varios años viniendo a los festivales de cesta, no a todos claro. Pero sí con cierta asiduidad. Y siempre que viene algún amigo o familiar de fuera, los traigo a ver la cesta punta. Y no falla, salen encantados, tanto por lo deportivo como por lo gastronómico”, explicaba Touchard.

En cambio, para Mila Manterola, otra hondarribiarra, de 63 años de edad, era “la primera vez” que iba a ver uno de estos festivales en el Jostaldi, en compañía de su marido y de otras dos parejas de amigos. “La verdad es que es un plan muy bonito, porque el deporte es espectacular de ver en directo y poder tomarte también un marmitako, unas gulas y un txakoli o vino, todo por 12 euros, está pero que muy bien. Creo que repetiremos”, decía esta mujer.

sustento económico Pero estos festivales, además de su vertiente lúdica, deportiva y de atracción para la ciudad de Hondarribia, también tienen una vertiente económica para Hondarribiko Pilota Eskola.

Lo explica Yoni Amboage: “Jai Alive nos cede el 50% de la recaudación en taquilla y el 100% de lo recaudado en el bar. Con ese dinero, nuestra sección de cesta punta cubre sus necesidades económicas, que sirven para comprar el material, por ejemplo, entre otras muchas cosas”.

El club de pelota de Hondarribia puso en marcha su sección de cesta hace cuatro años. En ella cuentan con 16 jóvenes puntistas y “en los dos últimos años, ya tenemos a un par de subcampeones de Gipuzkoa”, destaca Yoni Amboage, que agradece también “el trabajo voluntario que hacen los propios chicos y sus padres durante los festivales de verano”.

Festivales en los que, quién sabe, quizá en unos años, habrá algún puntista hondarribiarra en la cancha.