Ganbara, rumbo a conquistar Italia

Acostumbrada a embarcarse en nuevos retos, Ganbara abesbatza de Oñati, partirá mañana rumbo la Toscana italiana para participar en el prestigioso certamen coral internacional Guido d’ Arezzo que se disputará el viernes y sábado. Durante los últimos meses se han entregado en cuerpo y alma a los ensayos. Ha llegado la hora de salir a escena. Con los nervios propios de la inminente cita, pero ansiosos de dar lo mejor de sí.

Ganbara tiene un feeling especial con los concursos. No en vano se desenvuelve en ellos como pez en el agua. Maribor (Eslovenia, en 2006) y Spittal (Austria, 2013) son los certámenes internacionales donde, hasta ahora, la coral oñatiarra ha dejado huella (se ha llevado diversos premios), al igual que lo ha hecho en los diferentes eventos de este tipo a nivel del Estado que figuran en su extenso currículum.

“De Arezzo destacaría que es un concurso con mucho nombre, dentro del circuito del Grand Prix Europeo (Debrecen, Hungría), Maribor, Tours (Francia), Varna (Bulgaria) y Tolosa. Por ello el reto es máximo; el nivel es altísimo, así que el hecho de haber sido seleccionados es mucho”, explica el director de la laureada coral, Aitor Biain.

En su edición 63, Guido d’ Arezzo congregará a nueve corales procedentes de Croacia (Cappella Odak), Cuba (Coro de Cámara Voces Criollas), Filipinas (Imusicapellla), Japón (Vocal Ensemble Est), Hungría (La Caffettiera Stioppéta, Gizella Nóikar y Lautitia Mixed Youth Choir), además de la representación vasca que corre a cargo de Ganbara y de los errenterriarras de Landarbaso abesbatza.

“Tenemos dos obras obligadas, una impuesta del Renacimiento italiano, l’alto signor, y otra que elegimos nosotros del siglo XX o XXI con el requisito de que sea de un compositor italiano. El resto del programa es libre”, detalla Biain. Ganbara se medirá en las modalidades de coro mixto, folclore, históricas renacimiento e históricas contemporáneo. “Los concursos son una actividad donde trabajamos al máximo de nivel por la búsqueda de la perfección de la música; es un trabajo arduo y, a la vez, muy gratificante”, asegura el director de Ganbara.

“Vamos a darlo todo” Biain insiste en que se han preparado para la afamada cita “con mucho mimo e interés” (incluso han realizado conciertos para ayudar a afrontar los gastos del viaje). “El nivel es altísimo y la competencia también. Pero nosotros, como en cada actuación que llevamos a cabo, vamos a darlo todo”, adelanta Biain.

Algunos de los coralistas regresarán el domingo para cumplir con la obligación de la vuelta al trabajo, mientras que los más afortunados de la expedición oñatiarra se quedarán algunos días en Florencia donde disfrutarán de unos días de asueto.

Está claro que Ganbara no sabe estarse de brazos cruzados. Le llueven los eventos. Tiene conciertos cerrados en varias localidades; en octubre participarán en el alarde de txistularis de Durango y como proyecto fuerte ya tienen entre manos el Réquiem de Brahms.