Los muros del puerto de Mutriku retrocedieron 100 años para acoger la escenificación ayer de una de las canciones más famosas de la costa guipuzcoana Bi Arioplano. No fue el único municipio que echó la vista atrás hundiendo la mirada en su pasado marítimo, ya que en Pasaia varios marineros se retrotrajeron al siglo XVIII con la botadura de una réplica de una yola francesa.

Aeroplano bi pasata..., y uno cayó al mar, relató en los famosos bertsos de la canción un miembro de la familia Zumalabe de Mutriku. Ayer el municipio revivió lo ocurrido con personas de carne y hueso, incluido el propio piloto, que los arrantzales se encargaron de pescar del agua, tras lo que completó un paseíllo por el puerto conociendo los oficios tradicionales del lugar. Le acompañaron, con manda la tradición, el cura, el alcalde y el boticario, que se pasearon entre rederas, conserveras, arrantzales y un gran número de curiosos.

En Pasaia, por su parte, la asociación Albaola botó al mar la Bantry Lafayette, una réplica de la rápida yola francesa del siglo XVIII construida por estudiantes de carpintería de ribera y voluntarios de todo el mundo. - N.G.