Madrid. El presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer a los barones territoriales que apoyen al vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, como candidato a las primarias socialistas, cuyo proceso se abrirá mañana. La orden la impartió, sin réplicas, durante la reunión que mantuvo en la sede de Ferraz con los 19 secretarios regionales del PSOE. Así las cosas y tras forzar a Chacón a salir de la carrera presidencial, Zapatero encauza la crisis interna del PSOE (ya nadie pide adelantar el congreso), refuerza su liderazgo, obtiene la sumisión de los barones díscolos y deja trillado el camino para que el Comité Federal de hoy aclame a Rubalcaba como sucesor. La duda es si ahora alguien con peso específico se atreverá a disputarle la cabeza de lista para las generales de 2012.
Formalmente, una vez que el máximo órgano de representación del PSOE entre congresos decida hoy iniciar el proceso de primarias, se abrirá un plazo de quince días para que se presenten los posibles aspirantes. En el caso de que sólo optara Rubalcaba, no sería necesario recurrir a la votación y el vicepresidente primero del Gobierno podría ser proclamado por el Comité Federal antes de que finalice junio. Si Rubalcaba es el único nombre, su nombramiento llegará antes de julio; si hay algún adversario (que tendrá que recoger más de 22.000 avales), los militantes podrán votar en una fecha posterior (probablemente el próximo 26 de junio.
Según confirmaron fuentes socialistas, en la reunión con los barones Zapatero dijo textualmente que, para él, Rubalcaba es el "mejor candidato" para sucederle como cartel electoral. Nadie le llevó la contraria y todos asumieron que tendrán que ceder en sus posiciones para lograr una solución consensuada. ¿El cromo a intercambiar? Una conferencia política en vez de un congreso adelantado.
silencio Una vez confirmada la noticia, la pregunta es qué piensa hacer Rubalcaba. El vicepresidente primero del Gobierno no habló a la tarde (ni estuvo presente en la cita de Ferraz), pero a la mañana había insistido en guardar silencio y, ante las preguntas de los periodistas, respondía que se posicionará "cuando proceda y donde proceda, que no será en ningún caso antes de la decisión del Comité Federal de mañana (por hoy)". Rubalcaba compareció ante los medios tras el Consejo de Ministros y en calidad de portavoz del Ejecutivo, circunstancia que le valió para argumentar su silencio: "Este marco no es el adecuado para hablar de cosas de partido. No toca", se limitó a decir. "Esta cosa de la formalidad" es, bromeó, una manía que tiene "desde pequeñito", en el sentido de que "los tiempos y las pautas tienen cada uno de ellos sus normas y yo las respeto".
Eso sí, ante las dudas sobre la situación en el partido y en el Gobierno, Rubalcaba quiso dejar claro que, a su juicio, el Gobierno tiene "estabilidad política" y que sigue trabajando. "Cuando un Gobierno tiene proyectos y tiene suficiente apoyo parlamentario para llevarlos adelante es un Gobierno que tiene, a mi juicio, estabilidad política", sentenció.