Síguenos en redes sociales:

Proyecto Zinekin: del instituto a la gran pantalla del Zinemaldia

Alumnos de 3º y 4º de la ESO de los centros de Bideberri y Mendiola presentarán sus cortometrajes en el Zinemaldia

Proyecto Zinekin: del instituto a la gran pantalla del ZinemaldiaIker Azurmendi

Una iniciativa que ofrece a adolescentes que viven en situaciones de vulnerabilidad la posibilidad de acercarse al Séptimo Arte. Ametz Rodgers es un ejemplo de ello. Este alumno del instituto Bideberri ha encontrado gracias al proyecto Zinekin el camino hacia lo que sueña para su vida. Su objetivo es convertirse en locutor de documentales sobre biología, y cuando le ofrecieron la oportunidad de participar en el proyecto cinematográfico, no dudó en dar su nombre.

Desde el primer momento quiso hacerse cargo del sonido de Tóxicos, uno de los dos cortometrajes que se proyectarán este sábado en el Zinemaldia. Su implicación, además, fue más allá, y una vez finalizado el proyecto acudió de forma voluntaria al centro cultural Larrotxene para colaborar en la edición final, de la que en un principio encargarían profesionales del centro, reforzando así una vocación que quiere seguir cultivando.

La segunda edición del proyecto Zinekin, impulsado por la Fundación Zaragüeta Zulaica en colaboración con el Zinemaldia, ha vuelto a abrir una ventana a la gran pantalla durante el Festival a alumnos de diferentes centros escolares escogidos por su "contexto social" y "la diversidad cultural". La iniciativa tiene como objetivo dar voz a jóvenesde estos institutos que, quizás, podrían convertirse en la nueva cantera del cine vasco.

“Hubo varias ideas al principio, pero luego fuimos descartando algunas y finalmente mezclamos otras”

Heyling Dávila . Participante de Tóxicos

Este año, alumnos de 3º y 4º de la ESO de Bideberri y Mendiola, en el barrio de Bidebieta, han trabajado durante cuatro intensas semanas en la creación de dos cortometrajes que se estrenarán dentro de la programación del festival. Tóxicos y El Buffet Libre son el fruto de un proceso colectivo que ha mezclado aprendizaje, creatividad y experiencia práctica.

El proceso del proyecto ha seguido la misma dinámica que en la primera edición. La semana inicial se centró en varias clases de lenguaje audiovisual y la segunda en la escritura del guión. Durante la tercera varios profesionales del sector de la imagen y el sonido visitaron los centros y, la cuarta y última fue dedicada al rodaje. Gracias a la cesión de material por parte del centro cultural Larrotxene de Intxaurrondo, los grupos de alumnos han podido trabajar con recursos técnicos profesionales que han dado forma a sus historias.

El Buffet Libre ha sido la producción que han elaborado 13 alumnos de Mendiola, y el relato gira en torno a una fiesta de pijamas que, de una manera inesperada, se convierte en una pesadilla para todos los participantes.

‘Tóxicos’

En el caso del instituto Bideberri, 12 estudiantes han sido los encargados de sacar adelante Tóxicos bajo la coordinación de Jon Santamaria. Se trata de un cortometraje de 7 minutos y 25 segundos que tiene como objetivo hacer reflexionar sobre el impacto de los vertidos contaminantes en mares y océanos. La proyección tendrá lugar, como se citaba el sábado 20 a las 17.00 horas en los cines Trueba de Gros.

Aunque el reparto de funciones se hizo casi por sorteo, se intentó respetar las preferencias de cada alumno. Así, Hugo Vergara terminó delante de la cámara pese a la vergüenza inicial que le provocaba actuar: “Mi intención no era actuar, y por eso ha sido lo que menos me ha gustado del proceso, pero es el segundo año que participo en el proyecto y me ha gustado otra vez”. El alumno recomendaría “sin duda” la experiencia a todos los alumnos que puedan participar, ya que es una vivencia “enriquecedora”.

La experiencia de Heyling Dávila ha sido más versátil, que ha compaginado su papel de actriz con el trabajo tras la cámara. Respecto a la idea principal del cortometraje, explica que “hubo varias ideas al principio, pero luego fuimos descartando algunas y finalmente mezclamos otras”. Asegura que ha aprendido de cámaras, sonido, artes, actuación y dirección, “volvería a repetir la experiencia”, porque ha sido “muy divertida”.

Por su parte, Aidemaría Quispe subraya la parte vivida en equipo y el ambiente de rodaje, incluso con anécdotas. Coincide con Dávila en que ha aprendido muchas cosas nuevas durante el proceso: “Hemos disfrutado mucho haciendo el corto, aunque el día que grabamos en la playa algunos actores pasaron frío (ríe)”.

Alumnos del instituto Bideberri que han participado en la producción del cortometraje Tóxicos.

Futuro

El proyecto Zinekin ha supuesto un aprendizaje común para los alumnos de Bideberri, pero no todos ven en el cine una posible vocación. Hugo Vergara reconoce que su paso por el cortometraje se resume en el interés por la experiencia: “Siento que el proceso de hacer un corto es bastante divertido, pero no iría más allá”. En la misma línea, Heyling Dávila asegura que repetiría la experiencia “por diversión”, pero descarta dedicarse a ello de manera profesional: “A día de hoy mismo no es mi intención ni estudiar ni dedicarme al cine”.

Ahora, Tóxicos será parte de la agenda del Zinemaldia y compartirán cartelera con otros personajes de renombre. Ametz Rodgers está “emocionado e ilusionado” por ello, y confirma que todos los alumnos que han compuesto el equipo acudirán a la cita del estreno de su corto del próximo sábado.