La actriz Carmen Machi asegura que durante muchos años de su vida fue 'Aída' dentro y fuera de las cámaras. “Aunque yo no me parezco nada al personaje, me parezco físicamente porque soy la misma”, afirma. “Ha sido un personaje querido por todo el mundo y yo me he beneficiado de llevar su cara”.
La intérprete ha visitado esta mañana a los residentes de la Fundación Zorroaga para aprovechar al máximo su visita a Donostia, en la que ha presentado su nueva película Rainbow, del actor y director Paco León.
En un acto celebrado en los jardines de la residencia de personas mayores, Machi ha dedicado unas palabras de agradecimiento a los residentes mientras se difundían divertidos fragmentos de audio que recorrían las películas y series más famosas de la carrera de la actriz, desde Aída hasta la película más taquillera de la historia, Ocho apellidos vascos. “Estoy muy emocionada y muy contenta de visitar este lugar extraordinario en el que vivís tantísima gente estupenda”, ha agradecido la actriz.
En una mañana de sorpresas, una de las residentes, Eli, le ha regalado dos cuadros pintados por ellas. Tras el obsequio, dos miembros del grupo de dantzaris de Lezo han bailado una pieza en homenaje a Machi, que con su locuacidad habitual ha dicho: "Es estupendo, aunque yo entiendo menos que vosotros de estos bailes”.
En silencio y atentos a sus palabras, los residentes han escuchado a la actriz, que ha desgranado los mejores momentos de su vida. Había tanta expectación por parte de los residentes que no había sitio en la sombra para todos, así que las trabajadoras dentro han tenido que ir en busca de cajas con gorros para mitigar el sol. “Nos lo hemos pasado muy bien, y aunque hemos pasado mucho calor al sol, nos ha hecho mucha ilusión que viniera Carmen”, aseguran dos mujeres que iban buscando la sombra.
Carmen Machi ha continuado su discurso haciendo un llamamiento a los presentes y a sus familias para que dejen de ir al cine, a pesar de las múltiples plataformas que hay. “Tenemos el mejor festival del mundo en San Sebastián y, si dejamos de ir a los cines, van a morir y no podemos permitir que eso pase”, ha añadido. Más tarde, la directora de la fundación, Aintzane Uriguen, junto al resto de trabajadores, ha entregado a la protagonista de Aída un eguzkilore para poder recordar su paso por Donostia y por Zorroaga.
Carmen Machi ha dado un paseo saludando a todos los ancianos y sacándose fotos con ellos antes de despedirse, entre los comentarios de muchos de ellos, que le han recordado las series y las películas que ha protagonizado.
Salir de la rutina
“Sacar a las personas mayores de la rutina y hacer que socialicen en un espacio abierto compartiendo cosas y, sobre todo, conocer a una persona famosa, les llena mucho y les hace muy felices”, ha asegurado la directora de la fundación. “Todo lo que tenga que ver con música, teatro y cine les llama mucho la atención y no les importa quedarse sin siesta”, ha añadido.
En años anteriores a la pandemia, la fundación había traído artores como Rosi de Palma o Imanol Arias a las instalaciones, una iniciativa que se han animado a repetir este año. “Hay mucho trabajo detrás de todo esto porque, además, por protocolo tenemos que respetar las sectorizaciones en el jardín y las personas no pueden mezclarse”, aclara Sandra Hernández, responsable psicosocial.
“De las gestiones para poder contactar con los famosos se encarga el festival de cine y la verdad es que desde la fundación estamos muy agradecidos”, recalca Hernández, añadiendo que en días como este hay mucho trabajo por parte de las organizaciones y de todos los trabajadores del centro, “incluso ha tenido que venir gente que hoy estaba de vacaciones o en su día libre para ayudar”.
Según la trabajadora, para un residente es “muy importante y es una necesidad” estar en contacto con la comunidad, la cultura y hacer cosas diferentes que se salgan de la rutina para “poder sentirse vivos”.
