El cantante y actor Ricky Martin afirma que su papel en la serie Palm Royale le permitió profundizar en los conflictos de identidad y aceptación que aún atraviesa la comunidad LGTB, pese a que la historia transcurre en los años sesenta. “Los hombres de hoy siguen enfrentando las mismas emociones y luchas”, afirma.
El puertorriqueño interpreta a Robert en la serie de Apple TV+ creada y producida por Abe Sylvia que esta pasada semana ha estrenado su segunda temporada y que sigue la vida de Maxine Dellacorte, intepretada por Kristen Wiig, una mujer aspiracionista que sueña con pertenecer al exclusivo club Palm Royale. Su personaje es el de un camarero que se ve envuelto entre las intrigas de la élite, mientras lidia con su identidad sexual, su pasado como veterano de guerra y la búsqueda de aceptación y pertenencia, mostrando además una profunda lealtad hacia la matriarca del club, Norma Dellacorte, interpretada por Carol Burnett.
“Es gracioso, porque Abe siempre me decía: Escucha, todos están un poco locos. Robert no está loco. Él solo necesita mantenerse en su camino, por favor, pero era muy difícil no dejarse llevar por las interpretaciones majestuosas de todos estos actores increíbles”, cuenta Martin. Al final de la primera temporada, Robert queda profundamente decepcionado tras descubrir una traición por parte de Norma y, poco después, resulta gravemente herido durante un tiroteo en el club que deja su destino en suspenso.
“Crecimiento y aprendizaje”
Esa incertidumbre sobre el futuro de Martin hizo que la creación del personaje fuese un poco incierta. “Leí el guion y pensé: ¡Dios mío! ¿Voy a morir?. No lo sabía”, pero poco a poco fue descubriendo “los secretos y matices” que el productor tenía pensado para Robert: “Eso para mí era constantemente emocionante”.
En resumen, el proyecto se ha convertido para el intérprete de Livin la Vida Loca en “un proceso de crecimiento y aprendizaje”. La conexión personal con su personaje, Robert, así como las temáticas sociales que aborda y su propia experiencia de vida, fueron para el cantante “una especie de terapia. Para mí todo se trataba de sentir, de ponerme en sus zapatos y en las cosas por las que Robert ha pasado, que, como hombre, también yo he vivido. Esa fue una manera fácil de entrar en su mundo”.
“Lidiar con el conflicto de la identidad sexual suena muy complicado, profundo y pesado, pero los hombres hoy en día todavía enfrentan las mismas emociones, las mismas luchas”, concluye Ricky Martin.
En ese sentido, la serie también retrata los vicios de una sociedad conservadora de la década de 1960, como las apariencias, la codicia y el poder.