donostia. Euskal Telebista estrena mañana la serie documental Eskerrik asko, Petrov-Gracias, Petrov. Arranca en 1983, primer año de vida de la televisión pública vasca, y repasa tres décadas de historia a través de imágenes de su propio archivo y entrevistas a personajes famosos y anónimos con algunos sketchs intercalados. Su cara visible e hilo conductor es el actor Gorka Otxoa. Se emitirá los sábados en ETB 1 a las 21.30 y los jueves -desde el 31 de enero- en ETB 2 a las 22.30. Su directora, la periodista navarra Rosa Zufía, asegura que "el reto de Gracias, Petrov era convertir un trabajo periodístico y documental en un programa entretenido, entrañable e incluso a veces divertido. Vimos que había que crear una fórmula nueva y mezclar diferentes formatos televisivos y es lo que hemos hecho. Los ingredientes principales han sido una narración basada en un trabajo de documentación y en imágenes de archivo, entrevistas a casi un centenar de personas y toda una serie de aventuras que le ocurren a Gorka Otxoa a lo largo de los capítulos, además de los encuentros que tiene con diferentes personajes".
Pello Sarasola, director de Contenidos de ETB, explicó ayer que "desde el primer momento tuvimos claro que todo el mundo que participase debía ser de la casa porque va a ser la primera serie histórica de ETB -y se han hecho varias- en la que prácticamente todas las imágenes son de su archivo, lo que es una muestra de madurez y del patrimonio que tiene la sociedad vasca después de la inversión que ha hecho en sus medios públicos de comunicación año a año". Añadió que "para dirigir el equipo necesitábamos un periodista con una visión amplia de la sociedad vasca, que hubiese trabajado en diferentes segmentos de la actualidad. Tuvimos la suerte de que Rosa Zufía nos dijo que sí. Como rostro visible de la serie buscábamos un ciudadano de este país que reuniese dos requisitos: que su vida hubiese evolucionado con ETB -y que por tanto tuviera treinta y tantos años- y que no fuese el típico presentador de series históricas sino que tuviese una vis distendida, un toque divertido; que es el tono que la propia serie quiere tener. Rosa dio en el clavo y apostó por Gorka Otxoa". El director de Contenidos de ETB hizo hincapié en que "los que hemos vivido esta serie desde el inicio nos la tomamos como un pequeño homenaje que hacemos los trabajadores de la televisión vasca a la sociedad, que es la protagonista de esta producción, agradeciéndole la oportunidad que nos da de trabajar en unos medios públicos que con desigual resultado tratamos de que sean competitivos y de calidad".
Rosa Zufía recalca que "en Eskerrik asko, Petrov hacemos un repaso a los principales acontecimientos de estos años, intentamos dar claves de por qué han ocurrido las cosas y de cómo ha cambiado la sociedad pero también nos interesan los detalles, costumbres que con el paso de los años se nos hacen curiosas,... Estas historias nos ayudan a tomar un respiro entre tanta tragedia y tanto conflicto y a pasar un buen rato. Ese ha sido otro de los grandes retos: cómo pasar del humor al drama, de lo sesudo a lo frívolo y cómo hacerlo con naturalidad y sin ofender a nadie. Hay continuos cambios de tono y muchísimas sorpresas en cada uno de los doce capítulos. Están hechos en orden cronológico y cada uno incluye entre uno y cuatro años. En este relato nos acompaña ETB como testigo de los acontecimientos y como protagonista de su propia historia y también nos acompaña Stanislav Petrov, ese teniente coronel que salvó al mundo en 1983 al que hemos querido hacer un homenaje porque gracias a él estamos aquí y podemos contar lo que ha ocurrido".
Petrov estaba al mando del búnker Serpukhov-15, a cien kilómetros de Moscú, cuando el satélite OKO captó el lanzamiento de misiles nucleares estadounidenses. Llevado por su intuición, decidió incumplir las órdenes y no contraatacar. La alarma resultó ser falsa. Su conducta le trajo muchos problemas, pero se los evitó al mundo.