En los últimos años, el índice de absentismo a las revisiones ITV se ha disparado. El 40% de los vehículos que tendrían que haber pasado una inspección en 2021 no acudieron, o acudieron, pero el resultado fue desfavorable o negativo, sin acudir después para pasar una nueva revisión.

Por ello, hay una alta probabilidad de que cuando vas conduciendo te encuentres con un coche que no ha pasado la ITV, con los riesgos para la seguridad vial que eso conlleva.

Entonces, dada la situación, ¿qué hacemos si tenemos la ITV caducada y hemos pedido una cita para una nueva revisión? Con la ley en la mano, en el momento en el que se caduca la ITV el coche tiene que permanecer inmovilizado, con lo que la única manera hacerlo es con una grúa o con un remolque, pero nunca por sus propios medios.

Si, por el contrario, nos arriesgamos a mover el vehículo, podemos enfrentarnos a una multa de 200 euros inicialmente, que puede aumentar dependiendo del estado en el que se encuentre el coche.