MADRID. Los delitos cometidos en estas redes han crecido de forma exponencial y se sitúan ya en el tercer puesto de los casos abiertos por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía (BIT), solo por detrás de la pornografía infantil o las estafas que se perpetran en toda la Red.
Como ha explicado a Efe el responsable de redes sociales de la Policía, Carlos Fernández, hasta la BIT llegan cada año unos 80 casos relacionados con delitos en redes sociales, a los que se suman varios centenares más que son investigados por las unidades policiales periféricas.
Casos como el de la humorista Eva Hache o el periodista Juanma Castaño, amenazados de muerte por dos "tuiteros", o los intentos de "secuestro" de las cuentas en Twitter de Risto Mejide y Berta Collado, han sacado a la luz un fenómeno que ha obligado a los especialistas de la Policía y la Guardia Civil a redoblar sus esfuerzos.
Solamente el perfil del Cuerpo Nacional de Policía en esta red social -@policia- atiende cada día entre 20 y 25 mensajes de denuncia por amenazas, ciberacoso, injurias o robos de identidad que, en función de la gravedad de los hechos, son derivadas a las unidades especializadas, o resueltas a través de mensaje privado.
Otro ejemplo reciente del uso de las redes sociales en el trabajo policial ha sido la "tweet-redada" puesta en marcha a finales de enero.
Gracias a la colaboración ciudadana y a la información facilitada por los tuiteros, la Policía Nacional ha abierto más de 1.300 investigaciones contra el narcotráfico y ha desmantelado varios puntos de venta de droga.
De hecho, el refuerzo de los efectivos contra el ciberdelito y el aumento de la presencia policial en las redes sociales es una de las prioridades que se ha marcado el nuevo equipo del Ministerio del Interior para hacer frente a las nuevas formas de criminalidad en la Red.