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"Acabada la serie, me dedico a la fotografía y a la escultura"

Iñaki Miramón está encantado de volver a hacer televisión, sobre todo, si se embarca en una producción que ha conseguido uno de los registros más altos en el último año. Es una persona que tiene muchas aristas, entre ellas su pasión por la fotografía, la escultura y las matemáticas

"Acabada la serie, me dedico a la fotografía y a la escultura"foto: n.g.

donostia. José Luis y Sonsoles son los dos pijos del camping donde vive una serie de personajes que están con el culo al aire. Son dos personajes que, curiosamente, responden a los nombres de los anteriores inquilinos de la Moncloa. Miran por encima del hombro a los demás. Ellos son en la vida real Iñaki Miramón y Toni Acosta. El actor bilbaino dice que su personaje en la serie Con el culo al aire es muy divertido, pero que tiene muy poco que ver con él. "Nunca he mirado a nadie por encima del hombro, pero estos dos es como si mearan colonia. Pero no son tan así, tienen su punto de ternura", comenta. La emisión del primer capítulo fue un éxito de audiencia y se situó como el programa más visto de la noche del pasado miércoles.

¿Cómo se vive con el culo al aire?

Así hay mucha gente, los tiempos que corren son duros para todos, no hay sector que se salve. Hay que reconocer que en el camping de la serie o en la calle real hace mucho, pero que mucho frío.

¿Es de los que cruza los dedos por la audiencia?

El trabajo puede estar muy bien hecho, y este lo está; pero lo quieras o no, todos dependemos de que a la audiencia le interese. Desde ese punto de vista, lo que no podemos es dar la espalda a los espectadores. Me apetece que este producto guste a la gente, hemos puesto mucha ilusión en él.

El matrimonio pijo de José Luis y Sonsoles parece difícil de digerir en un camping en el que todos han perdido algo, incluso ellos dos.

No es difícil de digerir. Sonsoles y José Luis se llevan muy bien. Somos un mismo equipo donde los dos opinamos lo mismo, nos apoyamos mucho. Nos llaman los marqueses. Somos la pareja perfecta, pero nos hemos tenido que ir a vivir a un camping con una gente que nada tiene que ver con nosotros.

A mí, seguro que también a los lectores, nos suena que José Luis y Sonsoles vivían hasta hace muy poco en La Moncloa.

Ja, ja, ja… Pues no, nada que ver. Ya les gustaría a ellos. No han elegido ir a vivir a un camping, es que no les ha quedado más remedio que vivir allí. Su objetivo es poder salir de ese lugar que ellos consideran que no está a su altura.

Me imagino que como todos los personajes de la serie.

¡Qué va! Otros personajes no tienen ese objetivo. Otros están encantados de vivir de esa forma. José Luis y Sonsoles no, ellos son unos buscavidas que van a lo suyo. Pero luego se hacen entrañables y creo que van a tener empatía con el público porque en el fondo son tiernos, no son tan marqueses o tan imbéciles como parecen.

¿Cree que es casualidad que haya dos personajes que se llamen José Luis y Sonsoles?

Eso sí, casualidad pura y dura, eso creo yo. No somos los exmoradores de La Moncloa y tampoco una réplica de ellos, somos, cómo lo explicaría yo…

¿Los quiero y no puedo del camping?

Exacto. Somos pura apariencia y no queremos decir que estamos en paro y nos han embargado el piso.

La producción cuenta con dos actores de Bilbao: Goizalde Nuñez y usted.

Para ser tan pequeño el país estamos dos de allí. Es una producción en la que hay gente de todos los sitios; hay andaluces, canarios, valencianos, vascos y, bueno, también hay algún madrileño. Hay que ver lo bien que está Goizalde en la serie, está todo el día con la botella en la mano; el suyo, es un personaje muy difícil que ella resuelve muy bien. Es un trabajo precioso el que hace.

¿Qué tiene entre manos?

Nada. Bueno, nada respecto a la interpretación. Hemos grabado los capítulos que han empezado a emitirse y no tengo otra cosa. Pero estoy con mis fotos y con mis esculturas, estoy acabando la escritura de una función de teatro. Lo que es trabajo de teatro o de cine no tengo nada, prefiero no mezclarlo, quiero dedicarme a la serie, al menos de momento, no quiero dividir la energía. Estoy con la serie Con el culo al aire, con mi familia y con las cosas que hago habitualmente.

¿Vive también de la escultura y de la fotografía?

Profesionalmente no vivo ni de la fotografía ni de la escultura. Me siento muy creativo y muy vivo ejerciendo de fotógrafo y de escultor, pero no me he propuesto nunca entrar en el circuito comercial. Estoy más con la fotografía, siempre ha sido una afición mía, y es donde estoy metiendo más tiempo. Me siento lleno creando cosas, hay gente que, en ese sentido, es más contemplativa, está todo el día leyendo. A mí también me gusta hacerlo, pero no durante todo el día.

Usted es más movido, ¿no?

Sí, claro que soy movido. Soy un hombre inquieto, también leo, voy al cine, pero me gusta hacer mis esculturas, salir y hacer mis fotos. El movimiento es mi vida y estoy a gusto conmigo y con los demás. Eso es lo importante.

Le veo filosófico.

Lo imprescindible y razonable.

Tenía vocación de actor, pero se matriculó en Ciencias Exactas.

Solo empecé. Comencé la carrera y duré seis meses…

¿Tan mal le iba?

No sé que cómo me hubiera ido, lo dejé. Tenía el gusanillo de la interpretación y aposté por ello. Lo que te puedo decir es que me siguen gustando las matemáticas. Me parece una ciencia estupenda, maravillosa y divertida.

Lo de que las matemáticas son divertidas no va a ser compartido por mucha gente.

Me gusta hallar las áreas de los sitios y resolver problemas, hacer ecuaciones… Las matemáticas son muy prácticas y bonitas.

¿Qué hay de matemáticas en la interpretación, la fotografía o la escultura?

Hay mucho en todas las artes. En la fotografía hay mucho de composición, de proporciones, hay muchas cosas. A nivel interpretativo, hay mucho número, ritmo, planos, también de composición. Las matemáticas están muy presentes en la vida, más de lo que la gente cree.