MADRID. Para llevar a cabo este trabajo, publicado en 'Food Control', el equipo ha recogido 190 lotes de naranja exprimida en diversos servicios de restauación y el mismo día ha analizado su contenido microbiológico.

Entre los datos más destacados, los expertos señalan que se ha observado la presencia de 'Staphylococcus aureus' y especies de 'Salmonella' en un 1 y 0,5 por ciento, respectivamente, de los lotes examinados. Además, se ha detectado que los zumos que se mantenían en jarras metálicas aparecen niveles "inaceptables" de enterobacterias en el 81 por ciento de los casos, y en el 13 por ciento respecto a aerobios mesófilos. Sin embargo, cuando el líquido recién exprimido se sirve en vasos de vidrio estos porcentajes se reducen al 22 y 2 por ciento respectivamente.

Una de las autoras del estudio, Isabel Sospedra, ha indicado que, "en general, un porcentaje de los zumos de naranja se consumen inmediatamente, pero en muchos casos permanecen en jarras de acero inoxidable sin protección alguna". "A esto hay que sumar que las máquinas expendedoras tienen una gran cantidad de superficies de contacto y muchas oquedades, permitiendo la contaminación microbiana y su posterior arrastre cuando se elabora el zumo", ha añadido.

Así, los científicos han señalado que para asegurar la salud de los consumidores lo principal es una correcta limpieza y desinfección tanto de las maquinas exprimidoras como de las jarras donde se almacena el líquido, aunque siempre es mejor tomarlo según se produce.