Bilbao. Kresala fue producto de dar vueltas al secuestro del Alakrana. ETB aceptó con gusto y rapidez la idea de este programa y ya es realidad todos los martes en ETB-1. Agustín Herranz está feliz por esta singladura televisiva que le obliga a navegar en un mar revuelto, con marejadas que le obligarán a surfear olas de izquierdas o derechas, según se tercie.

¿Qué significa Kresala

Ja, ja, ja… Si es una embarcada, es una embarcada preciosa. Es como la fiesta sorpresa que te dan tus amigos. Ésta es una fiesta preciosa en la que me siento muy a gusto. Cuando vi lo del Alakrana pensé: "¿Por qué no tenemos un programa sobre el mar?" y me puse a escribir.

ETB aceptó la idea con rapidez.

Sí. Cuando lo presentamos en ETB dijeron: "Qué sorpresa, es lo que estábamos buscando". Así que vimos que nos habíamos juntado el hambre con las ganas de comer. Kresala es el barco que nos toca dirigir en estos momentos.

A lo mejor me he perdido algo en su trayectoria profesional, pero no le relacionaba con la mar de forma tan apasionada...

Recuerdo hace años, primero en Radio Euskadi y luego en COPE, que yo tenía un programa que se llamaba Recalada que hacía con el presidente de la Asociación de Capitanes de la Marina Mercante, Patxi Garay. Todo el mundo tenemos a alguien relacionado con la mar y por cada historia que contábamos recibíamos cientos de llamadas.

Veo que la llamada del mar le viene de antiguo.

He estado cinco años trabajando fuera de Euskadi, te doy mi palabra de honor de que lo más echaba de menos era el mar. Vivo de cara al mar, me he criado en Algorta, mi mujer es de Plentzia, he hecho mis pinitos pescando -aunque con menos suerte que Carpanta-, llevo dentro de mí mucho salitre...

Hace dieciocho años que no tiene usted relación con el grupo EITB. ¿Por qué esta ausencia tan larga?

Cosas de la vida y del trabajo. Estuve aquí, fueron años en los que aprendí muchísimo, fue donde tuve mi primer contacto con la televisión. Son cosas de la vida que primero te sacan del grupo EITB, me voy a Vocento. Me voy a Madrid y la presión me puede.

¿Presión?

El estar tan lejos de mi tierra, no pensaba que me iba a afectar tanto... Era ir los lunes a Madrid y volver los viernes. Un día dije: "Tengo cincuenta y dos años, no es éste mi ideal de vida. Me vuelvo con amigos en todos los sitios, no ha habido nada que recriminar a nadie. Tenía ganas de volver y concretamente de volver a ETB.

La televisión no parece una buena mar para navegar hoy en día, está muy revuelta...

Tiene marejadas de olas muy grandes. Tal y como está, más que marino espero ser un buen surfista.

¿Sabrá coger bien las olas?

Espero que sí, que pueda coger bien estas olas de derechas y de izquierdas, me da igual, pero me gustaría coger esta ola y conseguir hacer una playa de Primera División para un campeonato que está complicado. Hay programas que empiezan y terminan en dos semanas, hay programas que no tienen recorrido. Espero que el nuestro sea un programa de larguísimo recorrido. Lo veo como un servicio público, no somos una ONG; queremos ocuparnos de esos conflictos que periódicos como éste tratan muy bien. Los grandes medios no lo hacen y los dejan de lado.

¿Por qué en euskera y no con versión también en castellano?

Tiempo al tiempo. En principio, el equipo de EITB me dice allá por julio que tiene una especial preocupación por ETB-1, por la audiencia, quieren dotarlo de contenidos para poder subir la audiencia.

¿Le resulta difícil dirigir este proyecto en euskera?

Mi euskera es muy malo, soy alumno, lo estoy intentando de nuevo. Me he rodeado de un equipo técnico y de traductores muy buenos, de profesores y examinadores de EGA, me están ensañando mucho. Para mí, esta aventura supone pensar en el idioma en el que se hace. Estoy hablando muchas horas con ellos y no sé si se me nota, pero este proyecto me ha hecho sacar una mirada de ilusión. Espero, por otra parte, que esta aventura cambie de idioma y cambie de canal.

Así que cuando termine esta singladura televisiva va a hablar en euskera con nota...

Dios te oiga, pero creo que no. O sí, calculo que esto va a durar años, aunque sea lento para el idioma.

¿Un programa difícil?

Yo quiero quedarme con las mejores imágenes del mar, no quiero rellenar, quiero contar historias, que se oiga el sonido de una galerna, que se vean las dificultades de un barco cuando entra a puerto. ¿Dificultades? El tiempo que estamos teniendo nevadas, granizadas... Quizá eso nos da un punto, que la gente vea que estamos ahí y que trabajamos en sus mismas condiciones.

Hemos dado cifras del orden de 24.000 euros por programa.

No te alejas mucho, si te digo esto me matan. Es un producto caro, es una gran apuesta la que ha hecho ETB. No hay plató, pero eso no abarata el producto. No se han escatimado recursos, tengo que agradecerle mucho a ETB. No es Gran Hermano en presupuesto, pero nos vamos a encontrar con personajes que van a hacer las delicias de la gente porque son auténticos.

ETB anda floja de audiencia. ¿Tienen ustedes con Kresala

Sí, claro, todos tenemos una exigencia de audiencia. Espero que estemos lejos de lo firmado.

Por arriba, supongo...

Por supuesto, por arriba.

¿Optimista?

Pareceré muy de Bilbao si digo esto, pero el programa es bueno. Es ágil, es rápido, no tiene contraindicación… Fíjate, antes decías una cosa respecto a las audiencias: están flojas en ETB. Primero, TVE ha quitado la publicidad y ha subido mucho, hay programas que nadie ve, pero que tienen mucha audiencia. Están bajas, sí, pero todo esto pasará.