Este jueves, Telecinco emitía la tercera gala de 'Supervivientes' conducida por Jorge Javier Vázquez, sin embargo, nadie se imaginaba el tenso e inesperado final de la noche con Charo Vega como protagonista, que sufrió una crisis de ansiedad en el palafito por la que tuvo que ser atendida por el equipo médico del programa.

La concursante, que era una de las nominadas de la semana, fue expulsada este jueves, aunque lejos de lo que ella pensaba que pasaría, la andaluza no se había asegurado el billete de vuelta a casa, sino a Playa Parásito, dónde se convertiría en el segundo parásito de la edición.

EL MOTIVO DE LA CRISIS DE CHARO VEGA

Charo Vega estaba convencida de que su próxima parada sería Madrid, por lo que no se tomó nada bien que su destino fuera otro bien diferente.

Al llegar a su nuevo 'hogar', la superviviente comenzó a asegurar que no podía quedarse allí.

"No me puedo quedar aquí, lo siento por mis hijos. Ni tengo humor, ni tengo ganas. Me duele el culo, el alma", clamaba la sevillana al descubrir que debería quedarse en el palafito, al menos hasta el próximo domingo junto a Rubén Sánchez, fecha en la que la audiencia decidirá quién será el expulsado definitivo.

Ante la incipiente desesperación de Charo, el programa permitió a su nieto Manuel, su defensor en plató, hablar con ella durante unos instantes en los que el joven intentó por todos los medios animar a su abuela y enviarle fuerzas: "Aguántame hasta el domingo, que seguro que te echan. Por favor, sé positiva", le pedía Manuel desde plató.

A pesar de todo, las palabras de su nieto no hicieron el efecto esperado y la andaluza seguía insistiendo en que no podía quedarse allí.

"Me pondré mala, me dará un infarto y os quedaréis sin abuela", soltaba desesperada Vega, mientras su defensor seguía intentando animarla, asegurando que "el miércoles ya nos estamos tomando un café tú y yo en casa. No me hagas esto, que estoy con una angustia que no te imaginas la presión que me estás haciendo pasar. Que he pasado muchas fatigas defendiéndote".

Sin embargo, la concursante no se fiaba y, aunque algo más calmada, aseguraba que "me vais a engañar".

Poco antes del fin de la gala, Jorge Javier anunciaba el cierre de las votaciones para expulsar a uno de los dos parásitos, cuyo resultado se conocerá el próximo domingo, y volvía a conectar con el palafito donde se encontraba a una Charo vega aún más decaída que antes.

Entre lágrimas, la concursante rogaba que alguien la ayudase, "no puedo ni hablar", decía, mientras el presentador, visiblemente preocupado, le aseguraba que "el equipo médico está yendo para la zona, o sea que tranquila", intentaba calmarla.

Vega seguía insistiendo en lo mal que se encontraba y Jorge Javier seguía hablando con ella asegurándole que, en su estado, no podían dejarla en la isla y pidiéndole que se calmara y que enseguida llegaría el médico.

Por su parte, Manuel, su nieto y defensor, intentaba quitar algo de hierro al asunto y aseguraba que "yo la conozco perfectamente y esto es un bajón momentáneo. Se ha angustiado por tener que estar hasta el domingo, pero está bien", aunque admitía que en ese momento quería "asesinarla", a pesar de que "la quiero mucho".