- En un mundo, el de la televisión, en el que cuesta contener las ansias de que lleguen determinados hitos, Dani Martínez cree que su gran regalo ha llegado en el momento justo. Se llama Martínez y hermanos (Movistar Plus) y es la muestra suprema de que el sueño "del chaval de León" lleva siendo realidad unos cuantos años. Concretamente, casi dos décadas, las que lleva dedicadas el cómico y presentador a la tele, desde aquel último Un, dos, tres... de 2004, su primera aparición televisiva. "Estaba tan nervioso que no me acuerdo ni de cómo hice el texto", cuenta a Efe el presentador.

Convencido de su capacidad de ser el hombre orquesta, Martínez acaba de presentar nuevo programa, un show de entrevistas que busca ser "como una sobremesa entre amigos".

¿Qué le pone más nervioso, el primer día de grabación o el día del estreno?

-A mí me pone más nervioso el día que grabo porque es el día que se crea el monstruo, el que haces todo por primera vez, que pisas el plató por primera vez. Una vez que lo haces -y voy a decir una frase de madre-, lo hecho, hecho está, porque ya hemos puesto todo lo que sabíamos y teníamos.

No ha llegado todavía a los 40 y acumula una lista larguísima de trabajos de lo más variados. ¿Cómo ha sido este viaje?

-A lo tonto llevo 20 años. Empecé con 19 años en Radio Nacional y, siempre lo hablo con Flo (Florentino Fernández), que nuestras carreras se parecen mucho. Él empezó imitando voces y yo también empecé con las imitaciones, después Flo hizo Siete vidas, yo Aída, Flo ha doblado películas de dibujos y yo también... Me gusta ser ese tipo de cómico que toca todos los palos, que le gusta probar diferentes cosas.

Y ahora a los casi 40 se ve con un programa con su apellido por título. ¿No da vértigo?

-Cuando empiezas en esto siempre tienes mucha prisa de conseguir todo ya, de hacer las cosas cuanto antes. Yo he aprendido que todo tiene su momento y que te tienen que pasar muchas cosas. Con 39 años siento que es el momento perfecto para un programa así y para que sea un programa de este tipo, que yo siempre soñé hacer. Un programa que parece tu casa, donde vienen tus amigos y te lo pasas bien. Da respeto porque al estar tu apellido lo hace muy personal y da más carga y presión, pero es increíble. Yo soy un chaval de León que soñaba con vivir de las imitaciones y con 39 he conseguido tener un programa con mi apellido ahí, para mí es como un sueño cumplido.

Tras la salida de Andreu Buenafuente de Movistar Plus se escuchó su nombre como posible sustituto, pero 'Hermanos Martínez' no tiene nada que ver con 'Late Motive'...

-No, no, para empezar el programa de Andreu era un programa diario y este es semanal. Sí que vi que algunos pensaban que iba a ser un late diario, pero no, es un prime semanal con un concepto diferente que se basa en tres invitados a la vez y en diferentes juegos. Es una mecánica de jugar mucho con el invitado.

Su programa y otros que ha presentado últimamente esta plataforma son frescos, divertidos, pero alejados de cualquier tema polémico. ¿Le parece que la televisión se está volviendo cada vez más políticamente correcta?

-Yo creo que hay programas de todo tipo. Lo que pasa es que se están abriendo otras vías más allá de la tele para hacer todo tipo de contenidos (...). En el caso de Movistar el programa más canalla que pueda haber es La resistencia y está aquí. Hay todo tipo de programas y de perfiles en televisión. No creo que se esté yendo solo en una dirección y hacia un camino. Creo que sigue todo muy abierto.

Empezó mezclando a Mónica Naranjo con Jaime Lorente y Julián López. ¿Qué se va a ver en el resto de la temporada?

-Vamos a tener invitados de todo tipo. Deportistas, cantantes, actrices, cocineros... que van a estar ahí mezclados. Vas a ver a los invitados en un tono en el que no los sueles ver. El objetivo es conseguir que se relajen, que lo disfruten y que no parezca tanto un programa sino que están en una charla y me han permitido asomarme y ver cómo se lo pasan bien.

Cuénteme algo sobre esa sección especial de las 'Preguntas Julistas'y de su obsesión por Julio Iglesias.

-Siendo niño, con nueve años, escuchaba canciones de Julio Iglesias y me gustaba cómo sonaba. Pero luego al entrar en la profesión empecé a conocer a gente que le conocía, me contaban anécdotas y la leyenda se fue agrandando en mí. Cuando tuve ya un uso de razón considerable dije este señor es un referente. Julio Iglesias es el Dios del programa y podrá aparecer en el momento que quiera. Para mí es muy importante y es clave saber la relación que los invitados tienen con él, si lo conocen o si les gusta su música.

"Yo soy un chaval de León que soñaba con vivir de las imitaciones y con 39 he conseguido tener un programa con mi apellido"