- Si Félix Rodríguez de la Fuente hubiera vivido 20 años más "el mundo ahora sería diferente", trabajaría para un organismo internacional como la ONU y nunca habría aceptado ser ministro de medio ambiente porque, según asegura su hija Odile, "le entristecía la politización de la naturaleza". "Creo que si mi padre estuviera vivo celebraría que hoy exista una Vicepresidencia de Transición Ecológica", afirma Odile Rodríguez de la Fuente en una entrevista con Efe con motivo del 40º aniversario de la muerte de su padre y de la publicación de su libro Félix, un hombre en la tierra. Se trata de una "biblia de las reflexiones" de Félix Rodríguez de la Fuente, un libro con diez capítulos en los que esta bióloga de 47 años "bucea" en la obra de su padre, de quien dice que fue "un revolucionario que generaba mucha confianza en el sistema" y "un adelantado en su época, pero también en nuestro tiempo".

Admite que se ha escrito mucho sobre la obra de Rodríguez de la Fuente, muchas biografías, que se han repetido sus programas de radio y televisión, publicado sus dibujos y anotaciones de campo pero, en su opinión, la figura del naturalista ha sido "caricaturizada" bajo la imagen de un "amigo de los animales, de un hombre muy popular en la época que hablaba de la naturaleza". Ahora Odile ha querido ir más allá para revelar en su libro el "mensaje mas profundo de Félix, los ejes que vertebraron tanto su visión del mundo como su personalidad, que eran muy poco conocidos" y por encima de todo, para demostrar que su padre fue "el comunicador de más alcance en castellano de todos los tiempos".

Félix, según su hija pequeña, "rendía culto a la tradición oral; nunca tomaba notas porque él no escribió nunca nada", ni sus libros, ni los guiones de sus 300 programas de radio ni los del programa de televisión que le hizo famoso, El hombre y la Tierra: "todo lo dictaba". "Mi padre ejercitaba mucho su mente y su cuerpo, tenía un léxico y una forma de comunicar que hipnotizaba al que le escuchaba" y que le hacía captar del mismo modo la atención de mayores y pequeños, "con un mensaje que llegaba a todos por igual", de manera que "nadie más en este país ha logrado con una temática como el lirón careto obtener más audiencia que los partidos de fútbol". "Incluso en los bares se hacía el silencio cuando ponían El hombre y la Tierra o alguno de sus programas", asegura la hija de Félix, que perdió a su padre cuando solo tenía siete años, en "una lúgubre mañana de un lluvioso día de marzo" de hace cuatro décadas, cuando el naturalista se estrelló en una avioneta en Alaska, el día que cumplía 52 años.

"Si estuviera vivo probablemente no estaría satisfecho de cómo se han hecho las cosas estos 40 años", e incluso "se situaría al frente de la España vaciada", porque, según Odile, si había algo que preocupaba a su padre era "el hombre lejos de la naturaleza", pues para él "la vida rural estaba muy por encima de la vida de los urbanitas". Aunque admite que ha habido continuadores de los programas de naturaleza, asegura que Félix fue "un icono absolutamente irrepetible", que fue admirado y valorado en su época, aunque también criticado por algunos, y que estaría satisfecho de que "cada vez más el medio ambiente ocupe un eje principal dentro de todas las políticas". Sin embargo, "le entristecía la politización del medio ambiente, que se utilice a la naturaleza como elemento de conflicto para posicionarse unos contra de otros" y que quizá fue por eso por lo que, según Odile, Félix "rechazó ser ministro cuando UCD se lo ofreció".

"Si mi padre hubiera vivido ahora, probablemente el mundo sería diferente", asevera la hija del naturalista, que guarda en su memoria "emociones, sensaciones, olores de naturaleza" que le evocan la figura de su padre, pero sobre todo conserva de él "esa sensación de abrazo inconmensurable, que es la misma sensación que me da la naturaleza".

Hoy mismo se cumplen 40 años sin Félix Rodríguez de la Fuente, que plasmó su amor por la naturaleza en cientos de horas de documentales y en la memoria colectiva del país. Cuatro décadas después, RTVE recuerda su legado a través de una programación especial. La 2 recupera El hombre y la Tierra remasterizada en alta definición (desde hoy, dos capítulos cada sábado a las 12.45). Fue su obra más famosa, con una inconfundible sintonía compuesta por Antón García Abril, y La 2 ofrece por primera vez la oportunidad de ver completas en HD dos de sus partes: la serie venezolana, rodada en las cuencas del Amazonas y el Orinoco; y la ibérica, centrada en España.

Imprescindibles recupera mañana (21.30) El animal humano, un documental de producción propia de RTVE, dirigido por Manel Arranz y Gemma Soriano, que viaja en el tiempo y llega a los recuerdos infantiles de los espectadores que se pegaban al televisor para escuchar a Rodríguez de la Fuente. Desde programas como Faunia, Animalia o Planeta azul cambió la mentalidad de los españoles en relación con la naturaleza, y su obra magna, El hombre y la Tierra, logró un éxito sin precedentes en TVE con premios y reconocimientos internacionales. El animal humano cuenta con testimonios de su hija menor, Odile, su viuda Marcelle Parmentier, compañeros de trabajo y científicos y naturalistas como Luis Miguel Domínguez o Carlos Tabernero, profesor de Historia de la Ciencia.

Los programas de TVE y RNE recordarán su figura. Aquí la Tierra prepara reportajes rodados en su localidad natal, Poza de la Sal (Burgos), para descubrir cómo surgió su interés por la naturaleza, cómo recuperó la cetrería en España, sus primeras apariciones en TVE, o su lado más personal junto a su hija Odile. La mañana, Corazón y España Directo también retratarán sus diferentes facetas y estarán pendientes de los homenajes.