La cantera de Lezama es el principal elemento de ilusión del Athletic de cara a una temporada en la que el equipo de Gaizka Garitano tiene por delante muchos retos. Hasta cuatro competiciones le esperan. La más importante, la eterna final de la Copa del Rey de la temporada pasada ante la Real que se aplazó hasta que se pueda jugar con público en las gradas. Un aplazamiento que cercenó el primero de los dos caminos que tenía el conjunto bilbaino para entrar en competición europea. El segundo, la Liga, volvió a cerrársele a poco del final del campeonato. Pero la clasificación para la final de Copa llevaba un segundo premio implícito, la participación en la novedosa Supercopa de España. Prevista, como el año pasado en su primera edición, para enero en Arabia Saudí.

Y, como cada curso, el Athletic tendrá que hacer frente a una Liga en la que, como cada año, su objetivo será meterse en Europa.

Para tratar de cumplir esas ambiciosas expectativas, una temporada más, ante lo escaso e inaccesible de su escaso mercado, Garitano tendrá que conformarse con lo que tiene.

En la primera plantilla y en la cantera, que conoce al dedillo, con los Oihan Sancet, Villalibre, Unai Vencedor y Oier Zarraga al frente.

Iñaki Williams. El delantero bilbaino se encuentra ante la temporada de su confirmación, sobre todo a nivel goleador, donde el Athletic necesita un relevo para el ya retirado Aduriz.