Los hombres cada día se cuidan más, y aunque la barba es una de las tendencias más fuertes de las últimas temporadas, tal y como afirma Noelia Suárez, directora de comunicación de Nutritienda.com, "a la inmensa mayoría les gusta ir bien afeitados. Curiosamente, y tal vez por costumbre, no se presta especial atención a cómo realizar correctamente esa rutina diaria o al tipo de producto que hay que aplicarse en función de la piel de cada uno".

La piel de los hombres tiene una composición diferente a la de las mujeres: es un 20% más gruesa y envejece de manera distinta, lo que se debe a la testosterona. Contiene más colágeno y es más firme y compacta. Además, los hombres tienen más grasa que las mujeres, más glándulas sebáceas activas que producen hasta un 75% más de sebo que la mujer, el PH es inferior y por tanto presentan más granos y espinillas. La piel masculina contiene más vasos sanguíneos, lo que permite un mayor aporte de oxígeno.

Casi el 40% de los hombres tiene problemas de piel por culpa del afeitado, y hacerlo diariamente provoca irritación y hace que se vuelva más sensible. Por otro lado, los signos de envejecimiento aparecen más tarde en la piel de los hombres que en la de las mujeres, pero cuando comienzan los cambios van con mayor rapidez. "Las arrugas salen más tarde, pero son más profundas", afirma Suárez.

Para muchos hombres el afeitado forma parte de su rutina de belleza diaria. Por ello, aquí van una serie de consejos para lograr un rasurado duradero y prevenir la irritación de la piel:

1- El mejor momento. El mejor momento para afeitarse es por la mañana. La razón es que los músculos de la cara están relajados tras el descanso nocturno.

2- Primero, una ducha. Hay que iniciar el ritual del afeitado limpiando la piel con un exfoliante, preferiblemente durante la ducha, para que el agua caliente y el vapor ablanden la barba y permitan afeitarse mucho mejor. Una limpieza en profundidad con un exfoliante no solo facilita el afeitado al eliminar las células muertas de la piel, sino que también evita la aparición de pelos enquistados. La cuchilla se desliza con mayor facilidad permitiendo un afeitado más cómodo y apurado.

3- Elegir el producto adecuado. Los hombres con piel sensible o seca deben elegir cremas de afeitado, que son más hidratantes que los geles y espumas. Los hombres con piel grasa deben optar por los geles y espumas, que protegen la piel y permiten que las cuchillas se acerquen a más. A los hombres con piel normal les van bien cualquier tipo de textura. En todos los casos hay que omitir los productos a base de alcohol, que secan la piel, y buscar ingredientes hidratantes, como la glicerina. La manzanilla y el aloe también son antiinflamatorios naturales que calman e hidratan la piel. Igualmente lo son productos tipo mascarilla que contengan té verde, caléndula y extractos de onagra. Todos ayudan a aliviar los cortes menores y a combatir las quemaduras, la irritación y la picazón. Hay que aplicarlos sobre el rostro humedecido con agua caliente y dejarlos actuar un par de minutos para que el pelo se ablande. Es conveniente que la cuchilla esté humedecida constantemente, para lograr un deslizamiento perfecto.

4- Elegir bien la cuchilla. Es la clave. Una cuchilla de afeitar en ángulo de múltiples hojas tiene algunas ventajas: hace que sea más fácil cubrir todas las curvas de la cara y las hojas adicionales atrapan pelos molestos y diminutos. Son recomendables para personas que tienen un rápido crecimiento en la barba o pelos gruesos. Por cierto, se recomienda cambiar las cuchillas frecuentemente, mucho más de lo que la mayoría de usuarios suele hacer.

5- Técnica. Es aconsejable afeitarse en el sentido del nacimiento del vello, para no dañar la piel, evitar los cortes y prevenir la futura aparición de pelos enquistados. Es decir, hacia arriba. Hay que deslizar suavemente la cuchilla de afeitar sin presionar, así evitaremos irritar la piel y dañarla. Lo mejor es empezar por las mejillas y continuar con el cuello, bigote y mentón, utilizando movimientos lentos y suaves, largos y uniformes.

6- Y después del afeitado... Para poner punto final el secreto es aclarar la cara con agua fría, con el objetivo de refrescar y cerrar los poros, y secarse con una toalla mediante ligeros toques, nunca frotándola contra la piel. El ritual de afeitado no puede finalizar sin un buen producto hidratante que aporte frescor y suavidad. Es un momento crucial donde la piel necesita ser calmada e hidratada debido a la agresión producida por el rasurado. Son aconsejables los productos que no contengan alcohol ni parabenos. Si el producto lleva aloe vera o hamamelis -que tienen propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias e hidratantes- ayudará a calmar y nutrir la piel después del afeitado, por lo que es ideal para quienes sufren de irritación.

7- Más cuidados del rostro. Una vez que se ha conseguido el afeitado perfecto, mantener un rostro impoluto requiere otros cuidados como eliminar puntos negros y espinillas, hacer limpiezas faciales diarias con leche limpiadora o agua micelar, hidratar la piel, y usar exfoliante y mascarilla una o dos veces a la semana.

Los tipos de piel y sus cuidados

No todas las pieles son iguales ni requieren el mismo tipo de afeitado. Las necesidades de la piel cambian con el tiempo y según el clima, el medio ambiente, el estilo de vida y la dieta. Estos son los tipos de piel más comunes:

1- Piel normal. Los hombres con piel normal no son propensos a tener acné o irritación al afeitarse. La zona T (el puente de la nariz y sobre la frente) tampoco tiende a ponerse grasienta. Sin embargo, en términos generales todavía son susceptibles a la sequedad, que a menudo es causada por el medio ambiente y los cambios climáticos. Se recomienda la exfoliación semanal y el uso de una crema hidratante que mantenga la piel con un aspecto bien saludable.

2- Piel grasa. El exceso de grasa a menudo puede dejar los poros obstruidos, causando brotes de acné y puntos negros. A veces puede hacer que la piel pierda un poco de luminosidad y la zona T suele ser grasa. Se recomienda aplicar un bálsamo o una barra en polvo antes del afeitado y exfoliar, lo que limpiará la piel y eliminará el exceso de suciedad y sebo.

3- Piel seca. Un síntoma para detectarla puede ser cuando la piel se siente apretada y cada vez más incómoda durante el día, lo que puede causar picazón e incluso experimentar descamación notable. Aunque la piel seca se debe en parte a la genética, los factores ambientales juegan un papel importante. El estilo de vida, la dieta, las hormonas e incluso el clima pueden afectar al tipo de piel. La deshidratación conduce a la piel seca, por lo que beber mucha agua es una ventaja que asegura que se está devolviendo humedad a la piel. Afeitarse todos los días puede provocar sequedad, por eso se recomienda usar un producto de hidratación intensa antes y después del afeitado, para nutrir la piel y mantenerla suave y saludable. También vale la pena exfoliarse semanalmente, para así eliminar las células muertas de la superficie.

4- Piel sensible. Los hombres con piel sensible son generalmente propensos a quemaduras, manchas e irritación. Si se afeitan diariamente y no dan tiempo a la piel para recuperarse pueden provocar una inflamación incómoda. Experimentar la piel sensible también podría deberse al tipo de herramienta de afeitado que se está usando. Las rasuradoras de cartucho no siempre son las mejores para hombres con piel sensible, ya que las cuchillas se rompen rápidamente y a menudo requieren que se pase por la misma área varias veces. Se recomienda un buen producto preafeitado que levante el pelo de la piel y así no habría que presionar más fuerte o pasar por la misma área para lograr un afeitado suave.

5- Piel mixta. La piel mixta, al combinar zonas secas o normales con zonas grasas, es uno de los tipos de piel más complicados de cuidar. Se recomienda seguir los sencillos pasos de la exfoliación semanal y usar un producto antes y después del afeitado para nutrir y proteger la piel.