El cielo nocturno está lleno de fenómenos inauditos. Uno de los más llamativos son las lluvias de estrellas, momento donde el firmamento se inunda de una gran cantidad de estrellas fugaces. Durante el verano se puede ser testigos de dos de ellos: las Perseidas y las Delta Acuáridas.

Mientras que para ver las Perseidas en su máximo esplendor habrá que esperar hasta mediados de agosto, las Deltas Acuáridas ya están aquí. La noche del 28 al 29 de julio se podrá ver el punto más alto de actividad de las estrellas, según explica el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

¿DÓNDE VER LA LLUVIA DE ESTRELLAS?

A pesar de que este año la lluvia de estrellas llegará poco días después de la luna llena, lo cual dificultará la visión de las estrellas, aún se puede tratar de sacarles el máximo partido.

Las estrellas fugaces alcanzarán su punto álgido en torno a las 2 de la madrugada, aunque es recomendable acudir una media hora antes de que comience para acostumbrar la vista a la oscuridad. A su vez, para observalas con el menor estorbo posible, se debe acudir a un punto alto como un mirador o una montaña, siempre intentando alejarse de las luces de la ciudad y buscando el punto más oscuro posible.

¿QUÉ SON LAS DELTAS ACUÁRIDAS?

Las Deltas Acuáridas son meteoros, más conocidos como estrellas fugaces, que se producen cuando pequeñas rocas procedentes del espacio impactan con la atmósfera terrestre. Debido a la gran velocidad, los pedazos comienzan a quemarse.

Precisamente, es el brillo que genera al arder lo que captamos desde la Tierra. A su vez, como indica su nombre, el origen de estas fugaces se sitúa en la constelación de Acuario.

Además, las estrellas también provienen del cometa 96P Machholz, según el ING. Este cometa orbita alrededor del Sol cada cinco años, de tal forma que, cuando la Tierra se cruza en la órbita del cometa atravesando sus restos desprendidos, se producen las Deltas Acuáridas.