Como telón de fondo de esta novela está una época convulsa de Europa, los movimientos anarquistas, la gripe española y el auge del fascismo. Hablamos con la escritora valenciana sobre su nueva entrega literaria.

¿Cómo surgió Flor de Arrabal?

La idea para esta novela surgió mientras escribía la anterior, Un jardín entre viñedos, que se desarrolla en los años veinte del siglo pasado. Entonces se me ocurrió un personaje secundario que se movía por el mundo del cuplé. Cuando investigaba para escribir los capítulos centrados en ese personaje descubrí todo un universo de cafés-cantante de mala muerte cuyos dueños sometían a las chicas a humillaciones sexuales o las obligaban a alternar con los clientes. En contraste con esto estaban los teatros importantes, como fue por ejemplo el Trianón de Madrid, al que llamaban la catedral del cuplé y donde actuaban las artistas consagradas como Raquel Meller y la Fornarina, cobrando unos honorarios considerables. Y entonces me dije: Aquí hay material del bueno para escribir una novela centrada en ese mundillo.

¿Cómo es la protagonista?

Es Flor, una chica nacida el 1 de enero de 1900 en el Arrabal de Zaragoza, uno de los barrios más antiguos de la ciudad. El Arrabal está situado en la margen izquierda del Ebro y en él se asentaba entonces gente muy humilde. La familia de Flor es sumamente pobre, lo que ahora llamaríamos desestructurada, con un padre alcohólico, déspota y maltratador. Desde niña, Flor se rebela instintivamente contra la vida de las mujeres de su entorno y en especial la de su madre, esclava del marido y de las señoras ricas para las que hace la colada y plancha. A los 14 años, tras una serie de desdichas y vejaciones, Flor decide buscar fortuna en Madrid como cupletista. Y ahí empieza su periplo por el mundo del espectáculo en busca del éxito.

¿Flor es un personaje ficticio?

Sí, pero para darle vida me basé en las biografías de cupletistas famosas como Raquel Meller, la Fornarina, la Chelito y otras que lograron conquistar su lugar al sol en el mundo de los escenarios.

¿En qué situaciones se ve envuelta Flor?

A la pobre le ocurre de todo, desde debutar por sorpresa como cantante porque no se presenta la cupletista estrella del tugurio donde ella trabaja de chica para todo, hasta tener que encajar una gran humillación sexual. Y cuando se decide a buscar trabajo como cantante, al principio no le va mucho mejor. Le dan calabazas sin piedad y siguen acosándola sexualmente, como por desgracia era bastante habitual en aquellos tiempos en locales de baja estofa. Aunque, sin ánimo de desvelar más de la cuenta, añadiré que Flor también conocerá la cara grata de la moneda.

La protagonista viaja a ciudades como Madrid, Barcelona, París, Berlín o La Habana. ¿Conoce usted bien estas ciudades?

En unas he estado y en otras no, pero para recrear una ciudad tal como fue hace más de cien años, o sea, en una época que no hemos podido vivir, lo que hace falta es documentarse muy a fondo.

Al desarrollarse la novela en las primeras décadas del pasado siglo XX aparecen, entre otros, los movimientos anarquistas y el auge del fascismo, ¿qué impacto tienen en Flor de Arrabal

Los acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo XX tienen mucha importancia en esta novela y los cuento a través de los ojos de Flor. Unos hechos le impactan de forma directa, otros de manera más tangencial, pero todos le afectan. Los movimientos anarquistas los vive a través de una persona muy querida, mientras que el fascismo la atrapa debido a una serie de circunstancias en el remolino del nazismo.

Hay también una historia de amor, ¿correcto?

Más o menos. Flor se enamora de un oficial alemán educado en la Academia de Guerra Prusiana. Este matiz es importante para comprender la forma de ser de este hombre y la naturaleza del amor que nace entre ellos.

¿A qué público va dirigida su novela?

Flor de Arrabal es una mezcla de novela histórica, novela romántica y novela de formación, aderezada con mucha música y cine, por lo que pienso que puede interesar a un rango de lectores muy amplio.

¿Cuál fue el primer libro que le impactó?

Una recopilación de tragedias de Shakespeare editada por Círculo de Lectores. Cuando vivíamos en Alemania, a donde mis padres emigraron en los 60, mi padre se apuntó al Círculo para que yo, entonces adolescente, leyera en español y no olvidara nuestro idioma. Me dejaba elegir los libros, un día me llamó la atención esta recopilación y le pedí que la encargara. Fue todo un descubrimiento. Releí esas obras una y otra vez. Al principio, me decanté por Romeo y Julieta, pero acabaron gustándome más Otelo, Hamlet, El rey Lear, Marco Antonio y Cleopatra...

¿Qué personaje de un libro le hubiera gustado conocer?

A Jane Eyre por su inteligencia, su fuerza y esa rebeldía que oculta bajo una aparente mansedumbre para sobrevivir. Sin embargo, Jane es capaz de cantarle las cuarenta al atormentado y sarcástico señor Rochester sin pestañear. Por eso me hubiera gustado conocerla y charlar con ella ante una taza de té, pese a que soy más de café.

¿Alguna manía a la hora de escribir?

No creo tener ninguna llamativa. Bueno, tal vez que no me gusta desvelar a nadie lo que estoy escribiendo. Necesito tener intimidad con mis personajes hasta que se publica el libro y los dejo que se marchen.

¿Cómo reaccionaría si descubriera copias pirata de sus libros en el mercado negro?

Me cabrearía mucho. De hecho, me cabreo cuando veo mis libros en páginas de descargas. Escribir es un trabajo duro, los autores le dedicamos muchas horas al día restándole ese tiempo a otras actividades y a estar con nuestras familias. También nos supone unos gastos, porque tenemos que viajar y comprar libros para documentarnos a fondo. No me parece lícito que otros se lucren con nuestro trabajo sin consultarnos siquiera.

¿Qué es un best-seller para usted?

Según la RAE, un libro o disco de gran éxito comercial. Según los muy puristas, una basura. Para mí, la prueba de que una obra ha gustado a mucha gente, ya sea porque le ha tocado la fibra sensible o porque le ha ofrecido algo que no estaba en el mercado y que andaban buscando inconscientemente. Muchos persiguen la fórmula y creo que nadie sabe aún cuál es. En cualquier caso, me parece que a ningún autor le amargaría convertirse en best-seller y llegar a millones de personas.

¿Qué es lo que más detesta del proceso de publicar una novela?

No detesto nada. Al contrario, disfruto de cada paso de este proceso.

¿Qué género literario jamás le ha llamado la atención?

El género fantástico. Soy muy realista.

¿Planifica las historias al detalle antes de escribirlas o las deja surgir sobre la marcha?

Cuando empiezo una novela ya tengo pensado lo que quiero contar y a dónde quiero llegar. Una vez metida en faena, si se me ocurren ideas que no había contemplado y veo que pueden funcionar, las incorporo, pero siempre sobre un guion previo. No soy de las que dejan surgir las historias sobre la marcha.

¿Cuánto tiempo dedica a escribir?

Entre seis y ocho horas diarias.

¿Ha cambiado algún final después de escribirlo?

Nunca. Lo que sí me ocurrió una vez fue que barajé dos desenlaces posibles y me decidí por uno de ellos ya casi al final de la novela.

¿Haría o ha hecho alguna vez de negro, como suele decirse, para otros?

No. He escrito alguna cosa por encargo, pero no así.

PERSONAL

Edad: 63 años.

Lugar de nacimiento: Valencia.

Estado civil: Casada.

Formación: Ha cursado estudios de Psicología y Filología inglesa y alemana, aunque no los ha finalizado. Es diplomada en alemán por la Escuela Oficial de Idiomas.

Carrera profesional: Ha trabajado como administrativa, como secretaria y como programadora de ordenadores para multinacionales del automóvil. En la actualidad ejerce de traductora y profesora de alemán.

EN CORTO

Una virtud: "La disciplina".

Un defecto: "La impaciencia".

Un vicio: "Las gominolas".

Una afición: "La lectura".

Qué valora de la gente: "La honestidad".

Un libro: "Jane Eyre, de Charlotte Brontë".

Una película: "Manhattan, de Woody Allen".

Una comida: Las alcachofas en tempura con salsa romescu.

Una bebida: El vino blanco.