Gipuzkoa es conocida por sus paisajes, historia, cultura y gastronomía, y aunque Donostia es la más visitada, numerosos municipios también resultan de gran interés para los turistas.

Aunque el territorio cuenta con muchos municipios de gran valor natural y gastronómico, uno de los más destacados es Hondarribia, conocida por sus pintorescas calles y su centro medieval.

Situada a 22 kilómetros de Donostia, es una de las ciudades más visitadas gracias a sus edificios antiguos y las murallas que rodean la Parte Vieja, y National Geographic lo ha destacado como el pueblo medieval más bonito de Gipuzkoa.

Cruzar la Puerta de Santa María es una de las mejores formas de adentrarse en el municipio, uno de los dos accesos al interior de las murallas medievales.

Hondarribia se despliega a lo largo de su Kale Nagusia, donde se pueden observar unos espectaculares edificios de estilo medieval donde disfrutar de un agradable paseo y degustar unos irresistibles pintxos.

Hondarribia en una imagen de archivo Pixabay

Un tesoro medieval en la costa

Hondarribia es conocido como uno de los municipios más bonitos y emblemáticos de Gipuzkoa; es un lugar donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan para crear un destino único.

Situado en la desembocadura del río Bidasoa, este pueblo costero, con su aire medieval, cautiva a quienes lo visitan.  

El casco histórico de Hondarribia, rodeado por imponentes murallas, es un viaje al pasado. Sus estrechas calles adoquinadas están salpicadas de casas tradicionales con balcones de madera adornados con flores, creando una estampa pintoresca.

Centro de Hondarribia Pexels

Lugares de interés

En su corazón se encuentra la Plaza de Armas, presidida por el Castillo de Carlos V, hoy convertido en Parador Nacional, que recuerda la importancia estratégica del municipio en la defensa frente a incursiones extranjeras.  

La Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, con su arquitectura gótica-renacentista, es otro de los puntos destacados del casco antiguo. Junto a ella, el barrio de La Marina ofrece un contraste vibrante. Esta zona, antiguamente habitada por pescadores, se distingue por sus casas coloridas y por ser un epicentro gastronómico donde se pueden degustar pintxos y pescado fresco.  

Hondarribia también es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Su ubicación entre el mar y la montaña ofrece paisajes espectaculares y la oportunidad de disfrutar de actividades al aire libre, como paseos por el Monte Jaizkibel o días de playa en su playa.

En definitiva, Hondarribia combina historia, belleza y tradición, convirtiéndose en un destino imprescindible para quienes buscan un rincón con encanto en la costa vasca. Su atmósfera medieval y su rica oferta cultural y gastronómica lo hacen inolvidable para todo aquel que lo visita.