La París que conocemos en la actualidad se debe, en gran medida, a los grandes eventos mundiales que se han celebrado en ella. El ejemplo más conocido es la Torre Eiffel, un legado de la exposición universal que albergó la ciudad en 1889. Otros monumentos internacionalmente conocidos, como el Grand Palais, el Petit Palais y el puente Alexandre III, el Palais de la Porte Dorée, el Palais de Chaillot o el Palais de Tokyo son también resultado de alguna de las siete exposiciones universales que tuvieron lugar en la ciudad entre finales del siglo XIX y principios del XX, y que la convirtieron hace un siglo en la capital mundial de la ciencia y el arte. 

La afición de la capital gala a los eventos de relumbrón mundial no se ha limitado a estas exposiciones comerciales y científicas. Los Juegos Olímpicos de la era moderna, que además fueron impulsados por el parisino Barón Pierre de Coubertin, también se celebraron allí en 1900 y de nuevo en 1924. Un siglo después la competición universal regresa a un París que, en esta ocasión, en lugar de construir nuevos monumentos, ha apostado por reinventarse y adaptarse a las necesidades de los nuevos tiempos para avanzar hacia una ciudad más ecológica y social.  

Y aunque los grandes iconos de la ciudad siguen siendo los mismos, los viajeros que no hayan regresado en los últimos años encontrarán interesantes novedades y cambios en la ciudad; sin olvidar las exposiciones y eventos preparados específicamente para la cita mundial del deporte. Ya lo decía Bogart en la película Casablanca: “Siempre nos quedará (volver a) París”.

7 CURIOSIDADES SOBRE LOS JJ.OO. DE PARÍS 2024

  • Es la tercera vez que París alberga unos Juegos Olímpicos. La anterior vez fue hace un siglo, en 1924, cuando fueron retransmitidos por primera a través de la radio.
  • Estos Juegos Olímpicos serán los primeros con paridad de género.
  • La villa olímpica se ha construido sin aire acondicionado, para reducir la huella de CO2 del evento.
  • Para mejorar la vida de los barrios de la ciudad, el centro de competiciones acuáticas se ha levantado en Saint Denis, uno de los distritos menos favorecidos, y tras los Juegos será una de las pocas construcciones que permanezca, convirtiéndose en una piscina para los habitantes del barrio. No se podrá acceder en coche a las zonas olímpicas.
  • Pierre de Coubertain, considerado el padre de los Juegos Olímpicos, nació en París.
  • La mascota de este año es Frigio y se inspira en el gorro frigio que representó la libertad tras la revolución francesa.

Bicicletas, para parisinos y visitantes

Una de las grandes mutaciones que dejarán las Olimpiadas en la capital francesa será una red de más de 1.000 kilómetros de ciclovías. El proyecto, impulsado por su alcaldesa Anne Hidalgo desde hace años, ya ha logrado reducir el complicado tráfico parisino. 

Y la celebración deportiva ha sido la excusa perfecta para empujar este proyecto de transformación urbana y social, que además podrá ser aprovechado por los visitantes tras la finalización de los Juegos. El servicio público de bicicletas Velib (https://www.velib-metropole.fr/) cuenta con decenas de miles de bicicletas y ofrece pases diarios, con un coste de cinco euros, con el que se pueden realizar trayectos ilimitados de hasta 30 minutos y que puede ser utilizado simultáneamente por hasta cinco usuarios, una propuesta ideal para los viajeros en grupo.

El Obelisco de Luxor, punto habitual para arrancar las visitas en bicicleta. Igor Galo

Como la mayor parte de los monumentos ubicados alrededor de las orillas del Sena, en zonas relativamente llanas, la bicicleta es la forma más económica, ecológica y cómoda para conocer el París más clásico, el que abarca desde la Torre Eiffel hasta Notre Dame, pasando por la plaza de la Concorde, el Louvre o el Museo d’Orsay. Todos los monumentos cuentan con estaciones de bicicletas en su entorno.

La oficina de Turismo de la ciudad, así como infinidad de operadores privados, ofrecen adicionalmente recorridos guiados en bicicleta con diversas temáticas. Desde los circuitos más tradicionales a otros enfocados en la gastronomía, con paradas en mercados para degustar vinos y quesos franceses, o la visita de sus barrios más desconocidos, como el París de los Canales y su arte urbano. 

Quienes estén más en forma pueden embarcarse en etapas de día completo, en bicicleta tradicional o eléctrica, y desplazarse sobre dos ruedas hasta el palacio y jardines de Versalles, situado a 20 kilómetros. O también a la casa y Jardín de Claude Monet en Giverny, donde aún se pueden contemplar los árboles que plantó el pintor y el famoso puente japonés que plasmó en 45 de sus pinturas. (https://giverny.es/los-jardines-de-claude-monet

Las principales competiciones de ciclismo de las Olimpiadas terminarán, como acontece todos los años con el Tour de France, en el Arco del Triunfo. 

Con todo ello, es muy probable que la cultura de las dos ruedas haya llegado para quedarse en la ciudad, y se espera que también como una forma en auge de turismo más sostenible y saludable (https://parisjetaime.com/article/paris-en-velo-itineraires-a1064)

Bañarse en el Sena

Ocho kilómetros es la distancia que separa la Tour Eiffel de la catedral de Notre Dame si se hace el recorrido por las riberas del Sena. El recorrido, uno de los paseos más famosos del mundo, será también protagonista de la ceremonia inaugural de estos Juegos Olímpicos, en los que se trasladará por primera vez este acto de un estadio al centro de una urbe. 

No será por casualidad. La recuperación de las orillas del Sena y los proyectos de limpieza de sus aguas es otro de los grandes proyectos de transformación que la ciudad ha vivido en los últimos años. Y aunque finalmente no será posible este año, la ciudad ha anunciado que en 2025 ya se podrá bañar en algunas zonas acotadas del río, algo que estuvo prohibido desde 1923 por la contaminación.  

Sin embargo, parisinos y visitantes ya disfrutan desde hace unos años y durante los meses de verano, de una campaña denominada Paris Plage, en la que las riberas del Sena se convierten en un espacio con terrazas, tumbonas y sombrillas, además de espectáculos de música o festivales de cine donde poder relajarse, tomar el sol y organizar un picnic con vistas a algunos de los monumentos más conocidos del mundo. Hasta que llegue el momento de recuperar el río para el baño, los famosos barcos turísticos Bateaux Mouches y el Batobus, una especie de autobuses urbanos sobre el agua y con parada en los principales monumentos, continúan siendo la mejor opción para descubrir el paisaje urbano de la ciudad de forma cómoda y con las mejores vistas.

El Louvre, igual que otros museos, acoge exposiciones inspiradas en los JJ.OO. Igor Galo

Exposiciones Olímpicas

Menos conocidas que las competiciones deportivas, pero igualmente interesantes, son las olimpiadas culturales. En París, sin necesidad de Juegos Olímpicos, un visitante podría pasarse meses visitando una exposición diferente cada día gracias a su red de 150 museos, sin contar galerías y otros espacios expositivos. Pero el paso de la familia olímpica por la ciudad ha enriquecido aún más la vida cultural con nuevas propuestas en torno al deporte.

Una de ellas es la exposición La moda en movimiento, que alberga el Palais Galliera o Museo de la Moda de París, bajo la dirección de la vasca Miren Arzallus, en la que se hace un repaso a través de 250 obras de la historia de la moda desde el siglo XVIII hasta nuestros días, desarrollando el tema transversal del cuerpo en movimiento con especial hincapié en la ropa de mar.  

El famoso Louvre, por su parte, también ofrecerá a sus visitantes la posibilidad de profundizar en la historia del deporte a través de la exposición El Olimpismo. Una invención moderna, un patrimonio antiguo, que permanecerá abierta hasta finales de septiembre. 

En la misma línea, el Petit Palais ofrece hasta final de año la exposición Cuerpos en movimiento, que hace un recorrido de cómo los artistas han plasmado el movimiento a través de pinturas, esculturas y otras piezas de arte durante los últimos dos milenios. Hermano pequeño del Gran Palais, cerrado este último por obras hasta 2025, el museo es una joya no muy conocida para el público general que merece la pena visitar, tanto por su ubicación al final de los Campos Elíseos como por ser de entrada gratuita. 

Tampoco tiene coste la entrada al Museo de la Legión de Honor Francesa, ubicado frente al Museo d’Orsay. A su colección permanente sobre esta institución tan francesa se suman durante el próximo verano una muestra dedicada a las medallas y galardones olímpicas. Más de 2.000 actividades están prevista en torno a las olimpiadas culturales durante todo 2024, con las principales extendiendo su apertura hasta bien entrado el otoño. El programa completo se puede consultar en olympiade-culturelle.paris2024.org 

Galería central del Museo d´Orsay, que este año celebra el 150 aniversario de la primera exposición de los impresionistas. Igor Galo

‘Au-revoir’ Pompidou, ‘Salut’ Notre Dame

Lo que no podrán visitar los viajeros que se acerquen a París será la catedral de Notre Dame, cuyos trabajos de reconstrucción tras el incendio que la destruyó parcialmente, no estarán terminados hasta diciembre de este año. Como alternativa hasta esta fecha, en los bajos de la misma plaza se puede disfrutar de una recreación en realidad virtual del monumento.

El final de las obras de reconstrucción de la iglesia coincidirá en el tiempo con el cierre, previsto para marzo de 2025 y también por obras, del Centro Pompidou. El museo de arte contemporáneo más prestigioso de Europa cerrará sus puertas, después de 50 años, para someterse a una rehabilitación, por lo que los interesados en él no pueden dejar la ocasión de visitarlo.

En una ciudad en constante ebullición cultural, son muchas las novedades que encontrarán quienes regresen a la ciudad después de varios años. El museo de la Fundación LVMH, obra del arquitecto Frank Gehry, es una de ellas. Ubicado en el Bois de Boulogne, el edificio tipo Guggenheim Bilbao, ofrece una panorámica diferente de la ciudad desde sus terrazas, además de sus colecciones de arte contemporáneo. 

La moda, el negocio y el arte siempre han ido de la mano en París. Por eso no es extraño que la nueva generación de pinacotecas esté impulsada por los grandes nombres del lujo. La Colección Pinault, ubicada en el antiguo edificio de la Bourse de Commerce, es la última incorporación al universo del arte contemporáneo parisino.  

Y mientras en este circuito de nuevos recintos artísticos parisinos es posible que se estén forjando las nuevas tendencias del arte, el Museo d´Orsay celebra el 150 aniversario de la primera exposición de los impresionistas que en su día decidieron romper con las reglas del arte oficial y organizar su propia exposición. Rompedores e incomprendidos en su época, Monet, Renoir, Degas, Morisot, Pissarro, Sisley y Cézanne son este año los protagonistas de la exposición París 1874 Inventar el impresionismo, una propuesta que probablemente se convierta en una de las más visitadas en este París que, una vez más, quiere aprovechar un acontecimiento mundial para proyectarse al mundo y demostrar al mundo que continúa vigente la popular frase de “París bien vale una misa”.

Visitas imprescindibles (y algunas gratuitas)

  • Museo del Louvre. La entrada es gratuita para los menores de 26 años de la Unión Europea. Los primeros viernes de cada mes (menos julio y agosto) la entrada es gratuita a partir de las 18.00. 
  • Tour Eiffel. Muy recomendable comprar la entrada por Internet para evitar colas interminables.
  • Museo d’Orsay. La entrada es gratuita para menores de 26 años de la Unión Europea. Además, el primer domingo del mes es gratis para todos. Es obligatorio reservar una hora de visita para evitar largas colas.
  • Centro Pompidou. Es gratuito para los ciudadanos de la UE de entre 18 y 25 años, y para todo el mundo el primer domingo de cada mes. Cerrará durante cinco años para renovarse
  • Arco del Triunfo. Es visitado principalmente por la panorámica que ofrece de los Campos Elíseos. Para evitar las colas en la taquilla, es recomendable comprar con anticipación la entrada o comprar la tarjeta municipal Paris City Pass o ParisLibb. Gratuito para los ciudadanos de la UE menos de 26 años. Entrada gratuita también el primer domingo de enero, febrero, marzo, noviembre y diciembre.
  • Notre Dame. Cerrado por las obras de reconstrucción hasta finales de año, en la misma plaza se ofrece una experiencia inmersiva con realidad virtual para conocer su interior y su historia.
  • Museos Municipales: gratuitos e interesantes. Poco conocidos para el viajero general, albergan algunas joyas desconocidas. Son una muy buena opción para quienes regresan a la ciudad y buscan ir más allá de los lugares más populares. Se agrupan en la web www.parismusees.paris.fr