El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, al que Emmanuel Macron ha vuelto a nombrar pese a dimitir a comienzos de semana, ha reconocido el "ridículo estancamiento" en el que se encuentra la política francesa y ha defendido su "misión" de aprobar unos nuevos presupuestos públicos antes del 31 de diciembre.

"Creo que lo ridículo es el estancamiento en el que se encuentra toda la escena política desde hace varios días", ha afirmado Lecornu durante una visita a una comisaría de L'Hayles-Roses en el que supone su primer acto público desde que el viernes por la noche el presidente Emmanuel Macron le nombrara de nuevo primer ministro tras la dimisión de principios de esta semana.

"Mi misión estaba cumplida"

"A principios de semana lo tuve claro: mi misión estaba cumplida", ha explicado Lecornu, que ha insistido en que "no había muchos candidatos" para el cargo.

Lecornu ha planteado la "urgencia" de aprobar unos presupuestos y de otros "asuntos urgentes" como la situación política en Nueva Caledonia más allá de otros objetivos. "Para ser completamente transparente, (...) no tengo ninguna agenda. Mi única ambición es salir de este momento, que es objetivamente muy difícil para todos", ha argüido.

Necesita apoyos

En cuanto a las perspectivas de sumar apoyos a sus iniciativas en el Parlamento más allá del partido centrista Renacimiento de Macron, Lecornu ha planteado que trabajará para lograr los respaldos necesarios.

"O las fuerzas políticas me ayudan y trabajamos juntos para lograrlo, o no lo hacen. Así es como garantizamos que haya un presupuesto para la seguridad social para el 31 de diciembre", ha apuntado.

Ha mencionado además la necesidad de mejorar la "seguridad cotidiana" y "el rechazo a esta violencia que crece en la sociedad" como punto que "puede generar un amplio consenso dentro de la clase política".

El partido conservador Los Republicanos, considerado el más cercano a Macron en estos momentos, ha debatido este mismo sábado su apoyo a Lecornu, en cuyo gobierno rechazarían entrar, aunque abren la puerta al apoyo presupuestario. Según Le Figaro, de los 91 miembros del politburó, 74 rechazaron su participación en el gobierno pero fuentes del partido han avanzado al medio galo que existe la intención de convocar una votación electrónica entre sus militantes para ratificar la decisión.

Por su parte, la Unión de los Demócratas e Independientes (UDI), la federación de partidos de centroderecha que preside Hervé Marseille, ha dado igualmente "su apoyo sin participación" al gobierno de Sébastien Lecornu, indicó el partido en un comunicado.

¿Y la izquierda?

Más lejano parece la posibilidad de que socialistas y comunistas respalden al nuevo gobierno. En ese sentido, Lecornu ha hecho un guiño a la izquierda planteando la posibilidad de modificar la reforma que retrasó la edad de jubilación. "Todos los debates son posibles, siempre que se mantengan en un marco real y realista, incluso en cuestiones presupuestarias", ha indicado. En cualquier caso, Lecornu ha abogado por un gobierno "libre", que "no (esté) encarcelado por partidos".

Dimisión... ¡y reelección!

Lecornu dimitió el lunes a primera hora tras admitir que "no se dan las condiciones para gobernar" en medio de las difíciles conversaciones presupuestarias. Sin embargo, Macron nombró de nuevo para el cargo a Lecornu el viernes y éste aceptó por "deber".

Se trata de la cuarta baja en apenas un año, tras la de Gabriel Attal en septiembre de 2024, la de Michel Barnier en diciembre de ese mismo año y la de François Bayrou hace menos de un mes.