Miles de personas han salido a las calles este jueves en distintos puntos de Francia en un día de huelga general convocado por varios sindicatos para protestar por el plan presupuestario para 2026 que perfila el recién nombrado primer ministro francés, Sébastien Lecornu.
Según cifras del Gobierno, cerca de 195.000 personas se han movilizado en toda Francia, incluidas 24.000 en la capital, París, donde hay unos 5.000 agentes desplegados. El Ministerio del Interior ha recordado que en la última convocatoria, la del 18 de septiembre, registraron un total de 505.000 manifestantes.
Jornada de huelga general
Por su parte, la Confederación General de Sindicatos (CGT) ha cifrado en "casi 600.000" los asistentes a las marchas. El sindicato de estudiantes ha señalado que 80.000 jóvenes han participado en las diferentes marchas en el país, frente a los 110.000 de la huelga del mes pasado.
Los últimos datos de las autoridades apuntan que alrededor del seis por ciento del profesorado se ha unido a la huelga en una jornada de una participación más baja de lo esperado pese a los esfuerzos de los sindicatos para presionar en las calles a Lecornu de cara a su discurso sobre política general, previsto para la semana que viene.
"Sébastien Lecornu es un clon de François Bayrou", ha criticado la secretaria general de la CGT, Sophie Binet, en declaraciones a la cadena BFM TV, agregando que la "indignación social" de la sociedad francesa es "innegable".
La pasada semana el primer ministro ya esbozó una serie de prioridades de cara a los próximos años, como lograr una reducción de 6.000 millones de euros en el gasto estatal y aspirar a un déficit público del 4,7 por ciento del PIB en 2026. Lecornu prometió no presentar un "presupuesto de austeridad y regresión social", si bien las propuestas no han logrado convencer por ahora a los sindicatos.
Esta es la tercera jornada de huelga convocada contra Lecornu, que se ha opuesto a suspender la polémica reforma de las pensiones aprobada por la ex primera ministra Elisabeth Born, una reivindicación de buena parte de los sindicatos, que piden al nuevo Ejecutivo --todavía por nombrar-- medidas más generosas sobre pensiones, así como recuperar el impuesto a las grandes fortunas.
Lecornu fue nombrado el pasado 9 de septiembre como nuevo jefe de Gobierno del país después de que su predecesor, François Bayrou, formalizara su dimisión tras el fracaso de la cuestión de confianza en la Asamblea Nacional debido a su cuestionado plan de recortes presupuestarios cercano a los 44.000 millones de euros.