La aprobación del nuevo tratado del fondo europeo de rescate, el MEDE, genera tensiones en la coalición de derechas en el poder en Italia, mientras Europa presiona para su ratificación y la oposición asegura que las dudas del Gobierno que preside la ultraderechista Giorgia Meloni ponen en entredicho la "credibilidad internacional" del país.

"No creo que haya necesidad de ponernos en manos de fondos y sujetos extranjeros también porque 600.000 italianos en los últimos días han suscrito bonos del Tesoro por más de 18.000 millones de euros. Prefiero que las infraestructuras, las escuelas y las carreteras italianas se construyan pidiendo dinero a los italianos, para que la deuda siga siendo italiana", dijo hoy el vicepresidente Matteo Salvini.

El líder de la soberanista Liga, que es además ministro de Infraestructuras y Transportes, es la cara más visible de la oposición al MEDE dentro del Ejecutivo, del que forman parte también los ultras Hermanos de Italia de Meloni y la conservadora Forza Italia, fundada por el fallecido Silvio Berlusconi.

La división llevó este jueves a la mayoría gubernamental a abandonar la comisión de Asuntos Constitucionales cuando se votaba el proyecto de ley para ratificar el MEDE del Partido Demócrata (PD), el mayor de la oposición.

El texto, que contó también con los votos de las formaciones centristas y de izquierdas, mientras el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S) se abstuvo, deberá pasar su último trámite en el Parlamento después del verano.

"Me pareció grave que los partidos mayoritarios por sus divisiones desertaran del voto. El MEDE es una cuestión de credibilidad internacional del país por los compromisos adquiridos (...) Ratificar no significa acceder a los recursos. Y lo que ocurrió ayer me parece lamentable y hasta grave. Nunca habíamos visto una mayoría que desertara y dejara votar a la oposición", dijo la secretaria del PD, Elly Schlein.

Para el líder del M5S, el ex primer ministro Giuseppe Conte, "la actitud de Meloni en Europa es incomprensible. Hace guiños al (grupo de gobiernos de ultraderecha de) Visegrado, guiños al (partido español de extrema derecha) Vox, pero no consigue nada (...), es una euroburócrata que no defiende las batallas del futuro de nuestro país", aseguró.

Y la presidenta del Parlamento Europeo Roberta Metsola, que ayer se reunió con Meloni en en Roma, aseguró este viernes en un foro que el MEDE es "un mecanismo que debe ser ratificado por todos los países".

"El Gobierno ya ha dicho que sobre el MEDE se remitirá a las decisiones del Parlamento", dijo por su parte el ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, poniendo voz a la posición oficial del Ejecutivo.

Los medios italianos especulan con que las divisiones en el seno del Ejecutivo sobre el MEDE fueron la causa de que Meloni se ausentara ayer de un Consejo de Ministros, aunque ella alegó motivos personales.

Acordada en noviembre de 2020, la reforma del tratado del MEDE, establecido a raíz de la crisis financiera para ayudar a los países en apuros, facilitará el acceso a las líneas de crédito precautorias cuando aún no es necesario un rescate total y incluye unas cláusulas, conocidas como CAC en la jerga financiera, que en la práctica facilitan que los acreedores asuman pérdidas si es necesario reestructurar la deuda pública.