Tras constatar flujos migratorios “sostenidos”, la Comisión Europea propuso ayer un plan de acción “global” para las rutas del Mediterráneo occidental y del Atlántico, basado en proyectos operativos concretos de la Unión Europea con socios de África con los que ya tiene una “cooperación efectiva”, como Marruecos, Mauritania o Senegal.

Basado en 18 puntos, el plan se apuntala en “reforzar” la cooperación con países de origen o tránsito, sobre la base de “relaciones ya positivas” en la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes y la trata de seres humanos, en la gestión de las fronteras, en el retorno y readmisión de migrantes o en la migración laboral y asociaciones de talento.

Además, el plan reposa sobre garantizar “una gestión más eficaz de las fronteras, la búsqueda y salvamento y los procedimientos de retorno, así como una solidaridad voluntaria más fluida y rápida”.