El ministro polaco de Agricultura, Robert Telus, anunció ayer el establecimiento de “un mecanismo” para reanudar “el tránsito a través de Polonia” de grano ucraniano sin que “ni una tonelada permanezca en el país”.

En conferencia de prensa en Varsovia, Telus explicó que el acuerdo con la parte ucraniana facilitará la circulación de alimentos procedentes de Ucrania a través de territorio polaco mediante el sistema SENT, basado en el seguimiento por GPS que se utiliza en Polonia para rastrear el transporte de combustible. “En primer lugar, habrá convoyes de transporte (de cereal ucraniano) circulando por Polonia durante algún tiempo”, declaró el ministro, “y además, a partir de julio, el excedente de cereales de aproximadamente cuatro millones de toneladas saldrá de Polonia para dar cabida a una nueva cosecha”, añadió.

La Unión Europea (UE) decretó el 22 de julio del año pasado un acuerdo para establecer los llamados “corredores humanitarios” con el fin de permitir la entrada de cereal proveniente de Ucrania y prevenir una crisis alimentaria, pero, según el Gobierno polaco, gran parte de esa mercancía sigue almacenada en silos polacos, lo que ha provocado las protestas de los agricultores. La crisis que esto desencadenó en el mercado polaco ha provocado la dimisión de dos ministros de Agricultura en los últimos nueve meses.

Antes de anunciarse este acuerdo, el representante permanente de Polonia ante la UE, Andrzej Sado, culpó a la UE de “llevar a la bancarrota a millones de agricultores europeos” al cancelar los aranceles y cupos de productos ucranianos y reclamó “acciones decisivas de la Comisión Europea” para solucionar la situación.

Varsovia decretó de manera unilateral el cese inmediato de las importaciones de alimentos ucranianos desde el sábado de la semana pasada, una medida calificada de “inaceptable” por la Comisión Europea, porque el comercio internacional es competencia comunitaria. A la decisión de Polonia siguieron prohibiciones a la importación de esos productos de Hungría y Eslovaquia, mientras otros países del este europeo evalúan asimismo esa posibilidad.

Buscar soluciones

En este contexto, el comisario europeo responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, tiene previsto reunirse hoy con representantes de los países de la Unión Europea (UE) más afectados por el aumento de las importaciones de cereal de Ucrania –Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia–, así como con autoridades de Kiev, para abordar la situación actual tras el veto a su comercialización anunciado por Polonia y Hungría, que alegan pérdidas para sus agricultores.

El encuentro se celebrará en un formato híbrido, ya que algunos representantes podrán acudir físicamente, mientras que otros participarán de forma telemática. “Tras la iniciativa de las rutas de solidaridad y el bloqueo del Mar Negro se ha producido un aumento sustancial de las importaciones de grano ucraniano en la UE, sobre todo en los países fronterizos”, explicó ayer Dombrovskis.

Asaja lanza una alerta

Entrada del grano desde Ucrania. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) alertó ayer de que la entrada de grano procedente de Ucrania está provocando una cotización a la baja del trigo, ante la “permisividad de Bruselas” debido a que la misma se está produciendo sin los límites y aranceles obligatorios para las importaciones que llegan a la Unión Europea procedentes de países terceros. Esta situación irregular está presionando los mercados y el trigo cotizó ayer a valores un 30% inferiores a los de abril de 2022. Estas cotizaciones, precisó Asaja, están por debajo de los costes que soportan los cerealistas españoles y no obedecen a ninguna lógica de mercado en un país como España, que importa cantidades notables de cereal y oleaginosas