La reunión de ayer entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, terminó sin el anuncio de un acercamiento en las diferencias entre ambos países, aunque el dirigente germano aseguró que ambas naciones “están muy próximas”.

Scholz, en un mensaje por Twitter, señaló que la reunión fue “muy positiva e importante” y que en ella se trataron cuestiones como la energía, el aumento de precios y los proyectos conjuntos de armamento.

El Elíseo señaló, por su parte, que ambos dirigentes discutieron varios puntos estratégicos de la relación bilateral, así como el suministro energético, el refuerzo de la Europa de la defensa y la evolución de la guerra de Ucrania.

La cita del Elíseo llegó después de que ambos Gobiernos pospusieran la prevista cumbre ministerial ante los crecientes desacuerdos entre ambos, aunque oficialmente se atribuyó a problemas de agenda de varios ministros. París y Berlín han mantenido posiciones muy divergentes en las últimas semanas sobre la política energética de la UE tras la invasión rusa de Ucrania.