París
– El Gobierno francés quiere expulsar a los extranjeros que cometan delitos graves, aseguró ayer el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en una entrevista en Le Monde. Actualmente, la expulsión de los delincuentes extranjeros está limitada por ciertas condiciones legales, entre ellas que la persona haya llegado a Francia antes de los trece años, recuerda el ministro. El objetivo del Gobierno es “permitir la expulsión de todo extranjero reconocido culpable por la Justicia de un acto grave, sea cual sea su situación en el territorio nacional”, afirmó.
Darmanin señaló que se ha expulsado a 2.761 delincuentes extranjeros desde que asumió el cargo, justo hace dos años, lo que supone un 60% más que en el mismo período precedente. “Un extranjero que no respeta la leyes de la República debe ser expulsado”, recalcó.
Aún así, insistió en que el Gobierno apuesta por la acogida y la integración, también competencia de su ministerio, y sobre las que reconoce que “hace falta mejorar varias cosas”. “Consideramos a los extranjeros por lo que hacen, no por lo que son, al contrario que el RN”, el partido ultraderechista liderado por Marine Le Pen, recapituló el ministro francés del Interior.
Francia repatrió el pasado martes a 35 menores y 16 madres que estaban en campos para prisioneros yihadistas en el noreste de siria operados por kurdos.