Decía un famoso dirigente político que durante el verano no había que generar ninguna noticia porque si se daba, ésta duraba todo el verano debido a la escasez de las mismas. No sé si esta premisa de hace ya casi 20 años sigue siendo actual a la vista de innumerables noticias que han aparecido durante este verano.

La violencia de género sigue causando víctimas. Estas desgraciadamente no entienden de invierno o verano, sino que dependen de la locura de unos desgraciados. ¿Por qué no hay sentencias de cárcel para toda la vida para los sinvergüenzas que no respetan la vida de los demás?

Comenzó el mes de julio con la Eurocopa. El fútbol arrasa. También lo hacía en la época de Franco. Fútbol y toros para entretener al pueblo y unificarlo. Muchos han sido los que han celebrado la victoria del equipo español. También en Euskadi se han visto por las calles muchas camisetas de la selección. Es una normalidad que me parece bien, teniendo en cuenta que no hace mucho tiempo esta libertad de poder ponerse la camiseta que uno quisiera era censurada y a veces algo más. Pero hay que denunciar que hoy en día no existe libertad para apoyar en una Eurocopa la camiseta con la que cada uno se sienta más a gusto. Euskadi todavía no puede competir como un equipo más. Ojo al proceso de asimilación subliminal que supone el que España compita a nivel de selección y Euskadi no lo pueda hacer. No hace falta DNI español que nos unifique si tenemos a la selección española de fútbol o de cualquier otro deporte con la que grandes y pequeños se puedan identificar.

Se puede defender lo que uno es sin demonizar lo que no es. Soy vasco. Así me siento y tengo derecho a que se me reconozca tal condición. Respeto a quien se identifica diferente. Unos y otros podemos y debemos ejercer libremente nuestra nacionalidad. Sin imposiciones. Sin subordinaciones. Igualdad de derechos, de oportunidades. ¡¡Selecciones vascas en todas las competiciones, ya!!

A nivel político, las idas y venidas de Puigdemont han llenado también parte de las noticias. Un auténtico bochorno. ¿No hay nadie que le pueda decir la vergüenza y el desprestigio de la política que está generando con su actuación? Y no ponemos en duda el sinsentido de la persecución que ha tenido y lo injusto de su sentencia, pero eso no le da derecho a hacer cualquier cosa.

El señor Feijóo y su Partido Popular no distinguen entre el verano, el invierno, primavera u otoño. Dar caña permanentemente al gobierno y llevar a los tribunales cada ley que aprueba… ¡Vaya forma de hacer país: o se aprueba lo mío o lo impugno todo! Señor Feijóo, todo no puede estar mal. El gobierno no es tan malo como para no acertar alguna vez. Y esa oposición a todo le invalida a usted hasta en el supuesto caso en el que tuviera razón.

Y hablando de impugnar, de vergüenza también lo ocurrido con el Poder Judicial. Cinco años han tenido parado su renovación y una vez que se renueva no se ponen de acuerdo para elegir presidente. Es para mandarlos de vacaciones perpetuas a todos, pero sin cobrar.

La política es el arte del acuerdo. ¿Tan difícil es que unos y otros se pongan de acuerdo en unos mínimos que posibiliten una convivencia dentro de la pluralidad? ¿Siempre hay que imponer al contrario tus ideas?

Lo que está ocurriendo en Gaza con el consentimiento tácito de la comunidad internacional es inaceptable. Hamás, organización terrorista cuya creación curiosamente fue promovida por Israel para debilitar a la Autoridad Palestina (OLP y Yasser Arafat), asesinó en octubre de 2023 a 1.400 personas y secuestró a unas 200 más. No hay nada que legitime este acto. Totalmente condenable, como condenable es la masacre que el ejército israelí está realizando en Gaza con mas de 40.000 civiles asesinados. Todos reconocen que este crimen contra el pueblo palestino se está llevando a cabo por la necesidad del presidente israelí, Benjamin Netanyahu, de mantenerse en el poder, pero nadie le para. ¡Los dos pueblos, israelí y palestino, tienen derecho a vivir y a que se les reconozca como naciones! ¡Los dirigentes de Hamás y el presidente Netanyahu debieran ser juzgados por crímenes contra la humanidad!

Las elecciones en Estados Unidos también han tenido su espacio y lo seguirán teniendo hasta noviembre. Kamala o Trump, partido demócrata o conservador. Algunos pensarán que da lo mismo. Y, aunque ambos son americanos y, no lo olvidemos, van defender los intereses de Estados Unidos, no representan lo mismo. Trump sólo piensa en Trump, y le sirve la democracia mientras ésta le posibilite mandar y hacer lo que quiera. Lo que representa supone un peligro para la democracia americana y para el mundo.

Desgraciadamente, tenemos unos cuantos Trump repartidos por los gobiernos y partidos de todo el mundo. El crecimiento de los partidos de ultraderecha en toda Europa es debido a la incapacidad de los partidos democráticos de solucionar los problemas de la sociedad y a la desconfianza de la población en los mismos.

En Venezuela se han celebrado elecciones, pero a día de hoy con la negativa a publicar las actas de las mesas electorales resulta imposible reconocer, democráticamente hablando, al autoproclamado Maduro como ganador de las mismas. Curiosamente algunos partidos de izquierdas no han denunciado esta situación, ni han exigido la transparencia en el proceso. Luego no nos vengan con discursos. ¡No puede dar lecciones de democracia quien no reconoce una dictadura cuando la tiene delante!

Desgraciadamente, también hemos tenido este verano el acoso a una concejala del Ayuntamiento de Ugao. No es la primera vez que lo sufre. Curiosamente, no se ha visto a la izquierda abertzale condenar este hecho. Algunos venden que ya era cosa del pasado, pero es una de sus asignaturas pendientes que demuestra que todavía les queda un recorrido para el respeto y convivencia democrática. ¡Una pena!

Tampoco se ha escuchado a ningún partido político ni comparsas denunciar el problema de higiene de innumerables puestos de comida en la calle durante las fiestas. Eso sí, el día que generen un problema de intoxicación los tendremos en todos los medios de comunicación. Ni nos creemos las palabras del concejal, diciendo que es una actividad que no se puede controlar. Han estado en el mismo sitio todos los días de la semana.

Ni la actividad de los manteros es admisible y mucho menos la actitud de las comparsas enfrentándose a la Policía Municipal. Hay que decirlo alto y claro, es una actividad ilegal que hace la competencia a un montón de establecimientos, que pagan sus impuestos. Y soy consciente de que el mantero no es más que el último eslabón de una cadena. ¿No se puede detener a aquel que les suministra el material y es el que realmente gana con ellos? ¿Desde qué almacén distribuye sus artículos? Quizá acabando con la cabeza de la cadena y tomando medidas políticas más globales podamos solucionar un problema de explotación como es la de los manteros.

Y, por último, las comparsas rechazan pagar impuestos y acusan a la Diputación de poner en grave peligro las fiestas de barrios y pueblos. Ni el que las comparsas estén formadas por gente voluntaria, ni que sean asociaciones sin ánimo de lucro justifica que no declaren su actividad ni paguen impuestos. Hay que decir claramente que ni el cobro y pago del IVA va a suponer, como dicen, poner en peligro las fiestas. ¡Que no nos engañen! Determinados grupos que han capitalizado hasta ahora muchas de las fiestas en pueblos y barrios de nuestra Euskadi vienen desde hace tiempo negando la posibilidad de que otro grupo de jóvenes de izquierda Gazte Kordinadora Sozialista (GKS) pueda poner una txosna. En el fondo subyace que las txosnas son un modo de financiación de las fiestas y algo más.

Ahora que todo el mundo reclama transparencia, ¿cuánto han sacado las comparsas en las fiestas de Bilbao, Donostia y Gasteiz? ¿Por qué no se publican los ingresos y los gastos de las txosnas y comparsas? ¿Por qué no publican a qué dedican el dinero obtenido? ¿Tiene que ver su gasto con el objeto social de la asociación? La negativa a que GKS tenga txosna propia me lleva a pensar que no todo revierte en las fiestas. Ojo, que seguro que algunas comparsas lo hacen. Pero incluso para estas el registro y, en su caso, el pago de impuestos por lo que ingresan y gastan no se debiera poner en cuestión. Nadie cuestiona que un bar o una tienda tenga que pagar sus impuestos derivados del ejercicio de una actividad. Por cierto, en este tema algunos partidos políticos tampoco dicen nada. ¡Será que están de vacaciones!

Economista