Juan votará a Borja Sémper
juan, donostiarra de toda la vida, vive al margen de los líos políticos pero eso no le impide tener una inclinación definida y convencida. Aunque nunca ha ido (ni irá, dice él) a un mitin, desde joven siempre ha ido a votar y siempre lo ha hecho con la papeleta del mismo partido.
En las próximas elecciones municipales ya no serán solo las siglas del PP las que se repitan en la lista electoral que Juan coja, también el nombre del candidato será el mismo por cuarta vez consecutiva en unas elecciones de distinto ámbito. Juan votó dos veces a Borja Sémper para que fuera diputado en el Congreso, en diciembre de 2015 y junio de 2016. También en 2016, en septiembre, volvió a votarle esta vez para el Parlamento Vasco y en unos meses le votará para que sea concejal de San Sebastián. Cuatro veces ha ido a votar en cuatro años y cuatro veces ha votado a la misma persona.
La reiteración del mismo candidato para todo tipo de elecciones hace que Juan piense que ocurre algo extraño. Su reacción manifiesta con gran claridad una preocupación que asuela a los que hemos sentido como propia la empresa del PP de Gipuzkoa y no cejamos aún en creer necesario un proyecto de centro-derecha foral y liberal para nuestro territorio. Tantas veces hemos puesto sobre la mesa de Borja Sémper ideas y propuestas plasmadas en planes de acción para Gipuzkoa y sus municipios y tantas veces nuestra ilusión ha encontrado la indiferencia en quien nos preside.
A veces la superficialidad con la que los foros mediáticos analizan el éxito de un partido les lleva a medirlo por su resultado electoral, criterio por el cual el PP de Gipuzkoa dirigido por Borja Sémper no puede salir peor parado. Honestamente, no considero adecuado medir la calidad de un partido reduciéndolo a mirar el cómputo de votos, muchas veces dependiente de elementos circunstanciales. Es mucho más justo juzgar la salud de un partido atendiendo a la entidad de su proyecto, al conocimiento de la realidad a la que se enfrenta y a la intensidad de la dedicación de sus candidatos.
Precisamente por eso es mucho más preocupante la realidad que se deja entrever a los ojos de Juan: que el PP de Gipuzkoa es en la práctica un gabinete personalista. La insistente presencia de Sémper en todas las convocatorias electorales evidencia que la prioridad de la dirección territorial guipuzcoana se encamina a alimentar los intereses personales que, no lo neguemos, subyacen en todo ámbito de poder. Lo verdaderamente grave es que las aspiraciones de Sémper, aunque legítimas y respetables, lastran al partido y provocan una debilidad extrema para la organización que preside desde hace ya casi diez años.
¿Qué sentido tiene que cuando el PP cuenta con menos representantes en el Parlamento Vasco o en los ayuntamientos haya quienes acumulen cargos públicos? ¿Qué resultado podrá tener el PP en los principales ayuntamientos de Gipuzkoa cuando a menos de cien días de las elecciones no se ha presentado ningún candidato del resto de los 84 municipios? ¿Qué pasaría si antes de las municipales se adelantan las generales? ¿Sería Sémper también el candidato?
Sí, Juan votará a Borja Sémper en mayo. Sabe que las siglas del PP representan de forma coherente las posiciones constitucionalistas que él defiende. La lealtad anónima de Juan, a quien nunca conocerán en una sede, debería interpelar a los responsables de arrimar al PP a un abismo electoral en Gipuzkoa pero cuya máxima culpabilidad es la de haber vaciado de contenido al partido para hacer rebosar en él su propio ego.
Concejal del PP Irun 2011-2015