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España de cerrado y sacristía

Comienzo a cuestionarme si será verdad eso de que cada vez que se juntan todos los eibarreses en la plaza de Unzaga cae un Borbón. La primera fue el 13 de abril de 1931. La segunda el pasado sábado 31 de mayo con motivo del homenaje a su recién ascendido equipo de fútbol.

Sigue el cansino pelotismo de redacciones y tertulias ensalzando la figura del Rey Campechano y de su heredero, Felipe el Preparado. Y los dos partidos mayoritarios, los de la estabilidad y el bipartidismo, aplaudiendo con las orejas. ¡Qué falta de respeto y memoria, por parte de los neomonárquicos¡. Es la España de la charanga y la pandereta, de cerrado y sacristía que lamentaba D. Antonio Machado.

La real intervención televisiva omitió el detallito de la restauración borbónica de la mano del Caudillo, delante de unas Cortes de Familia, Municipio y Sindicato, salpicada de uniformes militares y sotanas episcopales. Sugirió la existencia de una continuidad que no existió hasta muchos años después, cuando se la confirió su padre, Don Juan, figura desdeñada por el Régimen y a quien, en purismo monárquico, le correspondía la corona. Su hijo, con la colaboración de Franco, le adelantó indebidamente. Incluso, poco después de nacer el Delfín, fue a presentárselo al Pardo como los niños de Zumarraga son presentados a la Virgen de la Antigua, solicitando sus parabienes y protección. Unos, intencionadamente lo han olvidado. Muchos, lo desconocen por su edad y por los planes de estudios que han padecido.

Los analistas cuestionan los motivos por los que, precisamente ahora, abdica el Borbón. Las salpicaduras del caso Nóos, sin duda. Pero siguiendo la máxima policial francesa de chercher la femme, encontramos a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, su última amiga íntima, de la que supimos no sólo le organizaba cacerías, ¡qué manía la del Borbón con las fieras¡ sino que, entre otras habilidades, le asesoraba en importantes misiones empresariales y gestionaba trabajos para su yerno. Porque antes del desgraciado -por sus consecuencias mediáticas- accidente de Botswana, hubo otras muchas cacerías que no trascendieron. Y, numerosos viajes de negocios -algunos muy turbios, según cuentan- y de placer, que le han servido para acumular una gran fortuna, sin reparar en su origen ni en la identidad de sus benefactores. Con su sueldo anual de ocho millones y treinta años de reinado, suponiendo que no gastara absolutamente un euro, ha acumulado una fortuna cercana a los dos mil millones de euros según algunas revistas especializadas. No cuadra. Mucho éxito en los negocios, como Bárcenas.

Es muy posible que la tendencia que han marcado los resultados de las elecciones europeas haya influido en la real decisión y precipitado los acontecimientos. Una campaña de jabón e imagen, revistas del corazón, algún libro empalagoso, machaque en las tertulias y televisiones y aquí no ha pasado nada. Además, está muy bien Preparado, las niñas son muy guapas y si bien ella, no ha terminado de calar entre el marujerío con tantas operaciones, todo será cuestión de tiempo.

Por si hubiera dudas, Mariano ha sido explícito: "Si a alguien no le gusta la monarquía, que plantee una reforma constitucional". Todo en su momento, pero nadie ponga en duda que llegará. Despachar el asunto con una ley de dos o tres folios, es una prepotencia y posiblemente, un error.

Una sesuda constitucionalista me explicaba el blindaje del Título II de una Constitución que ni el Heredero, ni ella, ni yo votamos, ellos por su edad y yo por otras razones. Olvidaba que la Carta Magna menciona (art. 57.1) que la forma de heredar la corona es la primogenitura y que antes del tan preparado aspirante, puede existir otro varón, D. Albert Solà Jiménez, ¡encima catalán!, que en repetidas ocasiones ha solicitado las pruebas de paternidad a una persona que, hasta hace unos días era irresponsable, aclaro, no respondía judicialmente por sus actos por ser Rey, pero ahora ya no lo es. Además, ignoraba también esa frase, un lugar común entre los constitucionalistas, que viene a decir que cada generación precisa su propia constitución. Es posible que la actual haya quedado un tanto obsoleta en muchas cuestiones, una de ellas precisamente este Título II, el de la Corona que, siguiendo el ejemplo de otros estados de nuestro entorno, puede adoptar la forma republicana, más justa y democrática.

El inicio de un período constituyente podría ser una de las primeras iniciativas del Preparado. Tal vez, haya que esperar a las municipales y forales de mayo de 2015 para revalidar la opción republicana en un mayoritario sector de la sociedad menor de cincuenta años, que demanda una Constitución más acorde con los tiempos que vivimos, olvidando la arcaica, absurda y desprestigiada, cuando menos en España, institución monárquica que carece de sentido en el siglo XXI.