EN los últimos días, los usuarios de X han puesto el foco en Madrid, donde la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha vertido unas perlas en relación a la gestión de las residencias de ancianos en el inicio de la pandemia. También ha estado, digamos, locuaz, Nadal, acerca de la igualdad en el deporte.

Residencias

Me fascina cómo la mente humana es incapaz de borrar de nuestra memoria un bodrio cinematográfico, y sin embargo parece haber hecho borrón y cuenta nueva de una de las experiencias más duras vividas por la humanidad en las últimas décadas, la pandemia de la covid-19. Una pandemia que ocasionó en el Estado 100.000 fallecidos, según datos oficiales, si bien a buen seguro fueron muchos más.

Fallecidos como los más de 7.000 registrados en residencias de Madrid, a cuya presidenta parecen importarle entre poco y nada, a juzgar por sus palabras.

“Cuando una persona mayor estaba gravemente enferma con el covid, con la carga viral que había entonces, no se salvaba en ningún sitio”, proclamaba Ayuso esta semana, haciéndose un Poncio Pilatos y justificando la falta de traslados a hospitales las primeras semanas. Intentar tapar bajo la alfombra una tragedia de tal magnitud con esas palabras no parece algo muy sensible, la verdad.

Galicia

¡Carallo! Cómo pasa el tiempo. Estábamos, como quién dice ayer, votando el 23-J la conformación del gobierno español, y ahora son los gallegos quienes, mientras usted lee estas líneas, acuden con su sobre y su voto al colegio electoral. 

Los sondeos pronostican una batalla reñida. Lo que ocurre es que las encuestas últimamente están de capa caída, y lo mismo el BNG sube incluso más de lo pronosticado y manda al PP a la oposición, como es el PP el que, una vez más, se come ampliamente la tostada y se asegura una nueva mayoría absoluta. 

Incluso con los pasos en falso de los últimos días de un Feijóo que se juega mucho en estas elecciones.

Mbappé

Ni prescindiendo de mi bollería habitual de las mañanas consigo cuadrar el presupuesto para intentar que ahora que Mbappé, lo jura por el Balón de Oro, va a abandonar el PSG a final de temporada termine recalando en las filas del equipo de mi barrio. Otra vez será. 

Parece que, de blanco y en botella, el francés tiene todas las de acabar en el Real Madrid. Desconozco si la afición del PSG le tratará en el futuro como un Luis Figo, pero desde el Parque de los Príncipes miran el lado bueno, que no es ninguna tontería. Con el adiós, ahora sí, del francés, el conjunto entrenado por Luis Enrique va a ahorrarse 200 millones brutos al año, que es lo que le costaba el delantero. Un pellizco.

Nadal

Uno de los colosos del deporte de las últimas décadas, Rafa Nadal, demostró que lo de la raqueta se le da mucho mejor que estar frente a una cámara. Preguntado acerca de qué pensaba sobre la diferencia de inversiones en el deporte masculino y femenino, intentaba salvar el match-ball adelantando que no iba a contestar “como un hipócrita”.

“Si me preguntas qué es feminista, si me dices que ser feminista es que un hombre y una mujer se merecen exactamente las mismas oportunidades, soy feminista”, respondía a la periodista Ana Pastor. Ahí queda eso.