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El desatascador de Leroy Merlin que soluciona cualquier taponamiento

Mantener las tuberías desatascadas evita muchos problemas y gastos

El desatascador de Leroy Merlin que soluciona cualquier taponamientoFreepik

Los atascos son uno de los mayores quebraderos de cabeza que podemos tener en casa.

Ya sea en el lavabo, en el retrete o en la bañera, tener unas tuberías viejas o tirar al fregadero lo que no debemos puede provocar que las cañerías no traguen bien el agua y se produzcan obstrucciones.

Cuando ocurre este problema, la primera solución que se nos viene a la cabeza es verter productos químicos que sirven para desatascar las tuberías, pero es importante saber que muchas veces basta con tener un desatascador de los de toda la vida.

Uno de los más eficaces y asequibles es el desatascador de aire comprimido de Leroy Merlin, que por 5,47 euros, nos puede solucionar un problema y no tener que recurrir a productos caros y incluso a llamar a un fontanero.

Desatascador de Leroy Merlin

Ventajas de cuidar las tuberías

El buen funcionamiento del sistema de fontanería en hogares, comunidades y negocios depende en gran medida del cuidado que se le dé a las tuberías y al uso responsable de los desagües.

Mantener las tuberías desatascadas no solo evita averías costosas, sino que también contribuye al ahorro de agua y a la protección del medio ambiente.

Cuando las tuberías se obstruyen, el agua deja de circular correctamente, generando malos olores, fugas o incluso inundaciones.

Estas incidencias pueden deteriorar las instalaciones y requerir reparaciones urgentes que suponen un gasto económico considerable. Además, las obstrucciones suelen estar provocadas por un uso inadecuado del WC, el lavabo o el fregadero: arrojar restos de comida, toallitas húmedas, aceites o productos químicos por el desagüe genera acumulaciones que dificultan el paso del agua y dañan las cañerías.

Uso responsable

Por eso, es fundamental adoptar hábitos de uso responsable.

En el caso del WC, únicamente deben desecharse desechos humanos y papel higiénico. En el fregadero y el lavabo, se recomienda evitar verter grasas, aceites o residuos sólidos, y utilizar filtros o rejillas para retener partículas. Asimismo, realizar limpiezas preventivas con productos naturales, como vinagre y bicarbonato, ayuda a mantener las tuberías limpias sin dañar el entorno.

Además del mantenimiento físico, cuidar las tuberías implica también un compromiso con el consumo responsable de agua. Cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes o reparar fugas a tiempo puede ahorrar cientos de litros cada mes.

En definitiva, mantener las tuberías desatascadas y hacer un uso responsable del agua y los desagües no solo previene problemas domésticos, sino que también promueve un entorno más sostenible, saludable y eficiente para todos.