La limpieza y el mantenimiento adecuado de la cocina es fundamental para garantizar una buena higiene en el hogar.
Sin embargo, incluso las tareas más cotidianas pueden esconder errores que, sin saberlo, pueden afectar a la higiene de la cocina, y por lo tanto, también a nuestra salud.
Así lo ha advertido Andrea, creadora de contenido de "Limpiaterapia con Andrea", quien ha señalado un fallo muy común que muchas personas cometen al secar los vasos después de lavarlos.
Según explica la especialista en su perfil de Instagram, colocar los vasos boca abajo sobre un paño o en una superficie completamente plana puede resultar peligrosa.
Aunque a primera vista parezca la manera más lógica de evitar que entre polvo o suciedad, en realidad este método impide la correcta circulación del aire, lo que provoca que la humedad quede atrapada dentro del vaso.
Bacterias y moho
Esa acumulación de humedad crea un ambiente ideal para el crecimiento de bacterias y moho, afectando tanto la higiene como el olor y la durabilidad de los utensilios.
La influencer detalla que la humedad retenida bajo los vasos puede generar microorganismos. Además, si los vasos se apoyan sobre un paño húmedo o una encimera mal ventilada, las bacterias del tejido o la superficie pueden transferirse fácilmente al vidrio, contaminándolo nuevamente incluso después de haber sido lavado.
Para evitar este problema, se deben secar los vasos en superficies que no sean plabas, boca arriba o, preferiblemente, en un escurreplatos diseñado para permitir el paso del aire.
Este tipo de utensilios facilita la ventilación y ayuda a que el agua se evapore completamente, reduciendo el riesgo de proliferación bacteriana. En el caso de los vasos de cristal, también es importante evitar secarlos con trapos que puedan soltar pelusa o estar húmedos, ya que podrían dejar residuos o incluso rayar la superficie.
Limpiar periódicamente el escurreplatos
Otro consejo útil limpiar periódicamente el escurreplatos y el área donde se dejan los vasos a secar.
Muchas veces, estos espacios acumulan restos de cal, jabón o suciedad que pueden volver a contaminar la vajilla limpia. Mantener una correcta higiene en todo el proceso —desde el lavado hasta el secado— es esencial para garantizar que los utensilios estén realmente libres de bacterias.
En definitiva, la creadora de 'Limpiaterapia con Andrea' nos recuerda que la forma de secar los vasos importa tanto como la de lavarlos.
Cambiar pequeños hábitos, como evitar colocarlos boca abajo sobre una superficie plana, puede marcar una gran diferencia en la limpieza y en la salud del hogar. La clave está en favorecer siempre la ventilación y el secado completo, dos factores indispensables para mantener una cocina higiénica y segura.