Con la llegada del verano, las temperaturas comienzan a elevarse y esta semana Gipuzkoa vivirá unos día de temperaturas por encima de lo habitual.

Aunque el aire acondicionado es una solución rápida y efectiva para combatir el calor, también supone un gasto energético considerable y un impacto ambiental significativo. Por ello, es importante tener en cuenta otros métodos sencillos, económicos y sostenibles para mantener tu casa fresca sin necesidad de recurrir al aire acondicionado.

Aislamiento eficiente: la clave del confort

El primer paso para combatir el calor en casa es asegurarse de que el aislamiento sea adecuado. Muchas veces asociamos el aislamiento térmico únicamente con el invierno, pero es igual de útil en verano. Si el calor no entra, la temperatura interior se mantiene estable por más tiempo.

Una buena opción es cerrar las ventanas para evitar que entre aire caliente. Lo ideal es ventilar a primera hora, cuando las temperaturas aún son frescas.

También es recomendable revisar el estado de las juntas de ventanas y cerramientos, y sellarlas si presentan filtraciones. En los techos y paredes exteriores, instalar paneles aislantes o revestimientos reflectantes puede marcar una gran diferencia.

Controlar la entrada de luz y calor

La radiación solar directa es una de las principales causas del aumento de temperatura dentro del hogar. Para contrarrestarla, se recomienda el uso de persianas o cortinas térmicas. Las persianas de lamas orientables permiten ajustar la entrada de luz sin dejar pasar demasiado calor.

Una solución natural y muy efectiva es instalar toldos en balcones, terrazas o ventanas expuestas al sol.

Los toldos no solo bloquean los rayos solares, sino que también reducen el calor acumulado en las paredes y ventanas. Además, las cortinas blancas o de tonos claros ayudan a reflejar el calor en lugar de absorberlo.

Ventilación cruzada y hábitos diarios

La ventilación es fundamental para renovar el aire y reducir la sensación térmica. Aprovecha las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde para abrir ventanas en lados opuestos de la casa y crear corriente cruzada. Durante las horas más calurosas del día, mantén las ventanas cerradas y las persianas bajadas para conservar la frescura.

En cuanto a los hábitos cotidianos, es recomendable evitar el uso de electrodomésticos que generen calor durante el día, como el horno, la plancha o la secadora. Opta por cocinar platos fríos o usar el microondas, que produce menos calor residual.

También es útil apagar luces innecesarias y sustituir las bombillas incandescentes por LED, que emiten menos calor.

Ventilación de la casa Freepik

Plantas y elementos naturales

Las plantas no solo decoran y purifican el aire, sino que también ayudan a refrescar el ambiente. Colocar plantas grandes cerca de las ventanas puede actuar como barrera natural contra el sol. Asimismo, los jardines verticales o cubiertas verdes en terrazas contribuyen a reducir la temperatura del entorno.

El uso de materiales naturales como el lino o el algodón para cortinas, alfombras o sábanas también puede mejorar el confort térmico, ya que permiten una mejor circulación del aire y no retienen el calor.