La lavadora es uno de los electrodomésticos más utilizados en casa y, sin embargo, a menudo olvidamos que también necesita cuidados y mantenimiento para funcionar correctamente y prolongar su vida útil.

Uno de los puntos más críticos en su limpieza es la goma o junta de la puerta, especialmente en las lavadoras de carga frontal. Esta parte es especialmente vulnerable a la acumulación de suciedad, restos de detergente, humedad y, como consecuencia, la aparición de malos olores, moho e incluso bacterias.

¿Por qué hay que limpiar la goma de la lavadora?

Con el uso constante de la lavadora, es habitual que pequeñas cantidades de agua queden atrapadas en los pliegues de la goma después de cada ciclo de lavado. Si no se ventila ni se limpia regularmente, esa humedad persistente se convierte en el ambiente ideal para el desarrollo de moho y hongos.

Además, los residuos de detergente, suavizante, pelusas y pequeñas partículas de suciedad se van acumulando, favoreciendo la proliferación de bacterias y generando un desagradable olor a humedad que puede incluso impregnar la ropa limpia.

Más allá de los malos olores, el moho en la goma de la lavadora puede convertirse en un problema de salud, especialmente para personas con alergias o problemas respiratorios. Por eso, mantener esta zona limpia no solo mejora el rendimiento de la lavadora y la frescura de la ropa, sino que también contribuye al bienestar del hogar.

Un truco eficaz: bicarbonato y limón

Aunque existen numerosos productos comerciales diseñados para limpiar la lavadora, muchas veces no es necesario recurrir a químicos agresivos. Un truco casero, sencillo y muy eficaz consiste en utilizar bicarbonato de sodio combinado con zumo de limón.

El bicarbonato de sodio es conocido por sus propiedades desinfectantes, desodorizantes y abrasivas suaves, lo que lo convierte en un excelente limpiador para eliminar la suciedad adherida sin dañar la goma. Por su parte, el zumo de limón aporta propiedades antibacterianas y antifúngicas, además de dejar un agradable aroma cítrico.

Tras la colada, es recomendable dejar la puerta de la lavadora entreabierta. Freepik

¿Cómo aplicar este método?

  1. Preparación de la goma: Antes de aplicar la mezcla, conviene pasar un paño seco o papel absorbente para retirar la humedad superficial y cualquier residuo visible.
  2. Aplicación del bicarbonato: Espolvorea bicarbonato de sodio directamente sobre los pliegues de la goma, asegurándote de cubrir bien las zonas donde suele acumularse más suciedad.
  3. Añadir el zumo de limón: Con cuidado, vierte unas gotas de zumo de limón sobre el bicarbonato. Inmediatamente se producirá una ligera efervescencia, señal de que ambos ingredientes están reaccionando y comenzando a limpiar.
  4. Dejar actuar: Deja que la mezcla actúe durante aproximadamente 15 minutos. Este tiempo permitirá que las propiedades desinfectantes y desodorizantes hagan su efecto en profundidad.
  5. Aclarado: Utiliza un paño húmedo o una esponja limpia para retirar los restos de la mezcla, asegurándote de eliminar cualquier residuo.

Mantenimiento regular para evitar problemas

Se recomienda realizar esta limpieza, al menos, una vez al mes, especialmente si la lavadora tiene un uso frecuente. Además, después de cada lavado, es aconsejable dejar la puerta abierta durante unas horas para permitir que la humedad se evapore, reduciendo así las posibilidades de que se forme moho.