La limpieza del interior de la nevera es fundamental para mantenerla en óptimas condiciones y garantizar la seguridad alimentaria.

Se recomienda realizar una limpieza profunda al menos una vez cada tres meses, aunque la frecuencia puede variar dependiendo del uso y el tipo de alimentos que se almacenen. Si se derraman líquidos o hay olores desagradables, lo ideal es limpiarla de inmediato para evitar la proliferación de bacterias y malos olores.

Para llevar a cabo una limpieza adecuada, es importante desconectar la nevera, retirar todos los alimentos y desechar aquellos que estén en mal estado o caducados. Utiliza una mezcla de agua tibia con bicarbonato de sodio o vinagre para limpiar estantes, cajones y paredes internas. Evita productos químicos agresivos que puedan dejar residuos en las superficies donde se almacenan alimentos.

No olvides limpiar también las juntas de las puertas, ya que suelen acumular suciedad y moho. Una vez todo esté limpio y seco, vuelve a colocar los alimentos organizándolos adecuadamente para facilitar el acceso y evitar el desperdicio.

Mantener la nevera limpia no solo prolonga su vida útil, sino que también contribuye a preservar la frescura de los alimentos y a evitar posibles contaminaciones.

Nevera abierta Pixabay

Limón para evitar el mal olor

Un truco que muchos desconocen es que un limón puede hacer desaparecer los malos olores de nuestra nevera. Es evidente que este electrodoméstico hay que desinfectarlo bien para que no tenga mal olor, pero además, si añadimos un limón cortado por la mitad, conseguiremos que éste atrape todos los olores que vayan desprendiendo los alimentos que están en la nevera.

Hay varias opciones: colocar el medio limón en un estante intermedio para que atrape los olores o hacer un zumo y dejarlo dentro de la nevera en un vaso.

Importancia de tener la nevera limpia

Mantener la nevera limpia es de suma importancia por varias razones:

  • Seguridad alimentaria: Una nevera sucia puede albergar bacterias, moho y otros microorganismos nocivos que pueden contaminar los alimentos almacenados en su interior. Esto puede provocar intoxicaciones alimentarias y enfermedades transmitidas por los alimentos.
  • Conservación de alimentos frescos: La acumulación de suciedad, derrames y residuos en la nevera puede afectar la calidad y la frescura de los alimentos almacenados. Una nevera limpia ayuda a preservar los alimentos frescos por más tiempo, evitando la contaminación cruzada y los olores desagradables.
  • Eficiencia energética: La suciedad y el polvo acumulados en el interior de la nevera pueden obstruir las rejillas de ventilación y los conductos de aire, dificultando el flujo de aire y reduciendo la eficiencia energética del electrodoméstico. Mantener la nevera limpia ayuda a que funcione de manera más eficiente y a reducir el consumo de energía.
  • Prevención de olores desagradables: Los derrames de alimentos, los restos de comida y otros residuos orgánicos pueden generar olores desagradables en la nevera si no se limpian regularmente. Una limpieza periódica ayuda a eliminar los olores no deseados y a mantener un ambiente fresco y saludable en el interior del electrodoméstico.
  • Facilidad de organización: Una nevera limpia y ordenada facilita la organización de los alimentos y la identificación de lo que se tiene disponible. Esto permite evitar la acumulación innecesaria de alimentos, optimizar el espacio de almacenamiento y reducir el desperdicio de comida.