La campana extractora es un electrodoméstico imprescindible en el equipamiento de cualquier cocina. Sirve para absorber los vapores y los olores que se producen mientras cocinamos, aromas que despiertan nuestro apetito pero que resultan muy desagradables si se propagan por toda la casa.

Este aspirador es un elemento tan básico como molesto, puesto que cuando está en funcionamiento emite mucho ruido y ocupa un espacio importante. Además, debido a su ubicación, su mantenimiento y su limpieza resultan algo complicados.

Para que la campana pueda cumplir correctamente su función, es necesario limpiarla por dentro y por fuera cada cierto tiempo. El filtro que tiene en su interior acaba acumulando mucha suciedad y en su cara exterior, la grasa, la humedad y el polvo convierten a este aspirador en un foco de gérmenes y de bacterias.

Pues bien, la campana extractora de la cocina tal cual la conocemos ahora podría tener los días contados. Distintas marcas de electrodomésticos han desarrollado un moderno sistema, las placas de inducción con extractor integrado, que aúnan en un mismo electrodoméstico la placa de cocción y la campana de extracción.

Placa de inducción con extractor integrado que absorbe el vapor. Bosch

Se trata de un sistema de extracción que absorbe los vapores y los olores en origen de una forma eficaz. Evita que el humo ascienda haciendo que se cuele entre las rendijas del extractor que se encuentra a la altura de la encimera.

El extractor cuenta con unos depósitos que recogen cualquier líquido que se pueda derramar, protegiendo así totalmente su interior y el motor. Tanto los filtros del extractor como el módulo son de color negro, de forma que quedan perfectamente integrados en la placa. Además, ambos se pueden lavar cómodamente en el lavavajillas.

Placa de inducción con los filtros del extractor desmontados. Lerory Merlin

Con un diseño moderno y cuidado, estas placas cuentan con infinidad de posibilidades para su instalación. Además, permiten una mayor libertad a la hora de proyectar una cocina. Se adaptan a cualquier espacio, por el momento están disponibles en tres tamaños (60, 70 y 80 centímetros de largo) y cuentan con un motor más silencioso, eficiente y duradero que el de la campana tradicional.

Placa de inducción con el extractor a la vista.

Placa de inducción con el extractor a la vista. Bosch

Permiten ahorrar espacio en la cocina y disfrutar de una mayor capacidad de almacenamiento, incluso debajo de la placa de cocción, ya que esta solo va a ocupar unos 25 centímetros en su parte inferior. Además, este tipo de placas de inducción con extractor integrado son especialmente útiles para las cocinas con isla.

Cocina con una placa de inducción con extractor en una isla. Leroy Merlin

Algunos modelos disponen de un sensor que regula la potencia de la absorción según la calidad del aire que detecte en cada momento. También está la opción de que el sistema de extracción se active de forma automática a un nivel medio para que después lo ajustes a la potencia que necesites.

Dependiendo del tamaño y de las prestaciones, el precio de la mayoría de estas placas de inducción con extractor puede oscilar entre los 1.000 y los 2.500 euros. Se trata de una solución excelente para ganar espacio, reducir el número de obstáculos y disfrutar de una cocina con menos ruido.