El horno microondas es un electrodoméstico que está presente en la mayoría de los hogares y nos ahorra mucho tiempo sobre todo a la hora de calentar, descongelar e incluso cocinar los alimentos. 

Como su propio nombre indica, para calentar utiliza microondas, unas ondas electromagnéticas de frecuencia muy alta que se generan en el núcleo del horno, el magnetrón, y se emiten en el interior del aparato, rebotando en sus paredes metálicas y en la comida. 

Estas ondas son absorbidas por las moléculas de agua, grasa y otros componentes de los alimentos provocando una agitación molecular y generando calor. Aunque este se distribuye de forma rápida y uniforme por los alimentos, en buena parte gracias al plato giratorio del horno, las zonas más densas de la comida tienden a calentarse más rápido. 

Los usuarios pueden configurar en el panel de control del microondas el tiempo y la potencia para calentar los alimentos según sus necesidades. Además, estos suelen contar con un sistema de seguridad por el cual se apagan al abrirse la puerta. 

Un hombre introduce en el microondas un recipiente de plástico con brocoli. Freepik

¡Ojo con los materiales!

Pese a considerarse un electrodoméstico seguro, hay que tener cuidado con lo que metemos en él, ya que hay determinados materiales o sustancias que al contacto con las microondas podrían provocar algún que otro susto. Algunos de los objetos o alimentos que debes evitar introducir a toda costa son: 

1- Agua. Al calentar agua en el microondas se puede acumular la energía en ella y al introducirle un objeto nada más sacarla (una cucharilla, un sobre de manzanilla...), esta puede comenzar a hervir bruscamente y causarte una quemadura.

2- Salsas. El calor y el vapor que se generan al calentar las salsas no circula por lo que se suelen producir pequeñas explosiones que ponen todo perdido. Si la ruptura de la bolsa de aire caliente se produce al sacar el alimento del microondas, corremos el peligro de sufrir una quemadura.

3- Huevos con cáscara. Al calentarse el interior del huevo, este puede explotar tanto dentro del microondas como nada más sacarlo.

4- Guindillas. Este tipo de pimientos desprenden capsaicina, el componente que genera el picante, por lo que al abrir la puerta podemos sentir un fuerte picor en los ojos.

5- Verduras de hoja verde. Los nitratos que contienen estas verduras son muy beneficiosos para la salud, pero pueden convertirse en nitrosaminas y resultar dañinas. Si las metemos sin agua a microondas, pueden producir chispas. 

6- Objetos de metal. Cazuelas, ollas, cubiertos o vajilla con decoración metálica pueden causar chispas y fuego.

Tres cazuelas de metal en color negro. Freepik

7- Papel de aluminio. No hay que olvidar que el aluminio es un metal y al contacto con las microondas pueden saltar chispas y originarse un incendio.

8- Recipientes de plástico, papel o cartón. No utilices envases que no estén etiquetados como aptos para el microondas, ya que pueden derretirse o liberar sustancias tóxicas en los alimentos. En el caso del papel o el cartón, al contacto con las microondas, podría producirse un incendio.

9- Bolsas de papel. Pueden originar vapores peligrosos al calentarse o incluso provocar un incendio.

10- Bolsas de plástico. Este tipo de material puede derretirse e incluso liberar sustancias nocivas.

11- Envases de poliestireno. Salvo que se indique lo contrario, este tipo de recipientes no se pueden meter al microondas porque podrían derretirse o liberar sustancias tóxicas.

12- Nada. Tampoco es recomendable poner el aparato en marcha sin nada en su interior. Las microondas chocan con las paredes del electrodoméstico y podrían causar daños importantes.

Recuerda seguir siempre las instrucciones del fabricante y utilizar recipientes y utensilios seguros para el microondas. De esta forma te evitarás problemas y mantendrás perfectamente la seguridad en la cocina.